Gobernar con miedo, por Heisy Mejías
Cuesta pensar sobre la posibilidad de que un sistema de gobierno se sustente en el miedo, pero eventualmente, pasa así. Existen gobiernos que en vez de pretender ser amados, buscan ser temidos y aquí se sigue la máxima maquiavelista «/…/es mucho más seguro ser temido que amado». De ser así, se infiere que aquello que se busca es mantenerse en el poder, aunque ello implique sacar lo más oscuro de nuestros seres.
Supongo que la voz del miedo, en realidad la llevó alguien que no lo tenía tanto, alguien cuya voluntad de poder era mayor que todas las trabas que se le ponían por delante. «Y si la naturaleza se nos opone, lucharemos contra ella» había citado incontables veces el fallecido Chávez, el hombre que con gran carisma, sembró el miedo ¿Recuerdan cuando informaron sobre su muerte? En algunos lugares de Caracas, el transporte público dejó de trabajar, la gente se fue corriendo a sus casas e incontables establecimientos cerraron sus puertas ¿Qué pasó allí? ¿Qué era lo que se estaba moviendo en ese momento? ¿Cómo fue la campaña de Maduro, no se fundamentó precisamente en perder los «logros de la revolución en manos de la derecha»?
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Seis años más tarde, se arrecia el lenguaje beligerante, se habla de guerras, de una perenne guerra, de los que vienen, de los que van, de la economía, del imperio.
Se juega incontables veces con el miedo al hambre; llegará la caja hoy, o mañana, se deposita hoy, si no, no comes, debes sacarte el carnet de la patria, de otra forma no comes
El bloqueo económico impide traer comida, haremos lo posible. Suben los precios, suben el queso, el huevo, la carne, el arroz sigue subiendo y los días siguen siendo largos, mientras en la estratosfera vive el salario digno.
El miedo a perder la vida ¡No salgas hijo! ¡No vayas a marchar! ¡Cállate, no digas nada, no toques la cacerola! La foto que puso en el estado pidiendo una Venezuela libre sirvió para que lo metieran preso, un militar no puede traicionar a la patria. Cuidado te lleva la recluta ¡Mamá ven a buscarme al liceo, aquí están los militares, se llevaron a Juan y otros de 4to y 5to año!
El miedo a perder el tiempo ¡Me voy del país! aquí no se puede, tengo 30 y no he hecho nada… no puedo comprar un carro, ni una casa, ¡no puedo ni alimentarme bien! Si esto sigue así, no sé qué haré con mis hijos… no puedo.
Así corre el miedo y se alimenta a sí mismo con más miedo, hasta que la esperanza le toca la puerta y se disemina, voz a voz, venezolano a venezolano, pana a pana ¡Juntos podemos contra esto! ¡Que sean ellos los que tengan miedo! Nosotros seremos libres, eso nos dice la esperanza
Que se escondan, porque así vivirán durante el resto de sus vidas, los que robaron, los que mataron, los cómplices, los malos, vivirán con miedo, porque el pueblo puede que en algún momento olvide, pero la almohada no, y podrán irse, podrán huir, pero no podrán esconderse de su propia maldad. Nosotros seremos libres.
Secretaria Juvenil de Unidad Visión Venezuela
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