Gobierno pide oposición seria, por Simón Boccanegra
Ahora sí se montó la gata en la batea. El gobierno, o al menos dos de sus voceros, Adán Chávez y José Vicente Rangel, se quejan y lamentan de que no existe una oposición «seria» y reclaman que debe constituirse. De acuerdo con ellos, la oposición no se la pasaría sino mamando gallo. Pero la verdad es que lo que no tenemos es un gobierno serio. Para muestra bastan esas dos opiniones. Para aquellos caballeros el problema no es el gobierno sino la oposición. Genial. En todos los países es siempre el gobierno, a la vista de los ciudadanos, el principal responsable de lo bueno y lo malo. Es a este a quien se le exige «seriedad». Por lo general, el gobierno es casi siempre el problema. Es lógico que así sea porque el gobierno recibe un mandato popular y maneja los recursos que le permiten ejecutarlo en todos los órdenes. Esto lo dijo Perogrullo. Pero, aquí se invierte la responsabilidad. De la oposición, acusada de falta de «seriedad», sería la culpa, implícitamente, de las calamidades que padecemos. Tengo la impresión de que es la primera vez en la historia que personeros de un gobierno achacan las propias falencias de este a la oposición.
Es una cómoda manera de eludir responsabilidades.
Puede imaginarse la sorpresa de nuestros compatriotas al escuchar tan peregrinas opiniones.
Porque la gente no es idiota para comulgar con tamaña rueda de molino. ¿Cómo demostraría la oposición su «seriedad»? ¿Ayudando al gobierno a gobernar? ¿Abandonando su condición y transformándose en participante de la alianza gobernante? O, sencillamente, ¿dejando de oponerse, silenciándose? Muy mal debe andar el gobierno, al menos a juicio de Rangel y Adán Chávez, para casi clamar por una «ayudaíta» de la oposición.