González Urrutia distribuye Informe de la Misión de Determinación sobre Venezuela

González Urrutia aseveró que el mundo debe conocer los hechos documentados por la Misión y enfatizó que «el cambio en Venezuela se construye con memoria y justicia»
Edmundo González Urrutia anunció que su oficina comenzará la distribución del Informe de la Misión de Determinación de los Hechos de la ONU sobre Venezuela.
Por medio de una publicación en su cuenta en X este 13 de octubre, González Urrutia destacó que el documento «recoge años de dolor, testimonios y pruebas» que deben ser conocidos en todo el mundo.
Aseguró que los testimonios recopilados por la Misión «hablan por un país» y «trascienden la historia».
En este sentido, informó que desde su oficina están enviando las primeras 50 copias del informe, en el que «no hay ideologías».
«La verdad está documentada. El mundo debe conocer los hechos. Y el cambio en Venezuela se construye con memoria y justicia», puntualizó.
En el Informe presentado en septiembre, la Misión documentó que hay una «nueva evidencia de la dura represión poselectoral tras las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024», que agravó la situación de los derechos humanos en el país con una ola de represión coordinada y sistemática por parte del Estado, que aún se mantiene en 2025.
«La represión desatada a partir del 29 de julio de 2024 es una continuación exacerbada del plan de aniquilamiento de personas opositoras o percibidas como tales, que se ha traducido en la comisión de graves violaciones a los derechos humanos y de crímenes internacionales, constituyendo el crimen de lesa humanidad de persecución por razones políticas», destacó el informe.
El documento detalló como prácticas de represión poselectoral detenciones arbitrarias, torturas, violencia sexual y un patrón de persecución política que afecta de manera diferenciada a mujeres, adolescentes, personas de la comunidad Lgbti, periodistas y defensores de derechos humanos.
*El periodismo en Venezuela se ejerce en un entorno hostil para la prensa con decenas de instrumentos jurídicos dispuestos para el castigo de la palabra, especialmente las leyes «contra el odio», «contra el fascismo» y «contra el bloqueo». Este contenido fue escrito tomando en consideración las amenazas y límites que, en consecuencia, se han impuesto a la divulgación de informaciones desde dentro del país.