Grupo de Trabajo ONU exige libertad para el general Hernández Da Costa
El Grupo de Trabajo de la ONU demanda al gobierno presidido por Maduro que realice una «investigación exhaustiva e independiente de las circunstancias en torno a la privación de libertad de Hernández Da Costa y adopte las medidas pertinentes contra los responsables de la violación de sus derechos»
El Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre Detenciones Arbitrarias exige al gobierno de Nicolás Maduro la libertad inmediata para el general de la Guardia Nacional Héctor Armando Hernández Da Costa, exjefe del Comando Antidrogas de la Guardia Nacional detenido desde el 13 de agosto de 2018 por su presunta participación en el supuesto atentado contra Nicolás Maduro.
El Grupo de Trabajo de la ONU asegura que la privación de libertad de Hernández Da Costa es contraria a la Declaración Universal de los Derechos Humanos y al Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Igualmente, estima que en el contexto de la pandemia por el coronavirus y la amenaza que esta representa en los sitios de detención, se debe garantizar la inmediata liberación de este funcionario.
Del mismo modo, esta instancia internacional demanda al gobierno presidido por Maduro que realice una «investigación exhaustiva e independiente de las circunstancias en torno a la privación de libertad de Hernández Da Costa y adopte las medidas pertinentes contra los responsables de la violación de sus derechos».
La detención de Héctor Armando Hernández Da Costa se realizó sin ninguna orden de allanamiento ni de detención. Fue llevado desde su apartamento en Chacao, Caracas, por hombres encapuchados, vestidos de negro e identificados como funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim); en este operativo también participaron oficiales de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y civiles afectos al oficialismo. Hernández Da Costa estuvo desaparecido seis días eincomunicado con su familia y abogados por 40 días.
El Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre Detenciones Arbitrarias estableció que la detención de Hernández Da Costa esa arbitraria de categorías I y III. Es una detención arbitraria de categoría I porque se violó el derecho de que «toda persona debe ser informada desde el momento de su detención de los motivos de la misma, así como de la vía judicial para impugnar la ilegalidad de la privación de la libertad. Las razones de la detención deben comprender el fundamento legal, así como los hechos que sirvieron para la denuncia y el acto ilícito cometido. Se entiende que esas razones son las causas oficiales de la detención y no las motivaciones subjetivas del agente que la realiza”. También se violó el derecho de las personas detenidas “a ser informadas por la autoridad, en el momento de la detención, de su derecho a contar con un abogado de su elección. De la misma manera, las personas tienen derecho a ser notificadas sin demora de las acusaciones formuladas en su contra”.
Y es una Detención Arbitraria de Categoría III, pues se violó el derecho reconocido en la Declaración Universal de Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, a toda “persona acusada de un delito a ser oída públicamente, con justicia y todas las garantías por un tribunal competente, independiente e imparcial”.
Cuando Hernández Da Costa fue llevado al tribunal, se identificó como militar activo y que se declaró inocente de los hechos que le imputan.
El Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre Detenciones Arbitrarias comunicará esta información al Consejo de Derechos Humanos dentro de su informe anual. A pocos días de su detención, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió medidas cautelares de protección a favor del general de Brigada Héctor Hérnandez da Costa.
el general de la Guardia Nacional Héctor Armando Hernández Da Costa estuvo preso en la sede de la Dgcim en Boleíta, pero en septiembre de 2018, según información que obtuvo la CIDH, el funcionario había sido trasladado a la cárcel de máxima seguridad ubicada dentro de Fuerte Tiuna; en esos días, la familia pudo verlo por 10 minutos a través de un vidrio, donde constataron el empeoramiento de su estado de salud.