En el Barrio Píritu de Petare tienen una década suplicando por agua
La falta de agua potable no es el único problema que enfrenta esta comunidad. La contaminación ambiental y la falta de gas son otras de las dificultades que padecen los petareños
María Gabriela Sifontes | Lucía Ramírez
En la carretera Petare – Santa Lucía son ya diez los años que llevan sin ver una gota de agua salir por las tuberías. En el barrio Píritu, ubicado en la parroquia Petare, los vecinos han denunciado el hecho ante la Contraloría General de la República, la Alcaldía de Sucre y el Instituto Municipal Autónomo de Aguas y Acueductos de Sucre (IMAS), sin recibir respuesta alguna.
La situación ha empeorado en los últimos tres años para las 248 casas que conforman esta barriada, dividida en parte alta y baja, cuyos residentes han trancado en varias oportunidades la vía de acceso para exigir la restitución del servicio.
Alí Guevara y Carmen Francia Zambrano, miembros del consejo comunal Nuestra Señora del Carmen, de Píritu, contaron a TalCual que desde 2016 mantienen guardadas una serie de denuncias hechas ante organismos públicos cuya única respuesta ha sido un sello de «recibido».
Zambrano señaló que cuando visitó las instalaciones del IMAS les informaron que los equipos que bombean el agua para la zona estaban dañados, avería que habría ocurrido tras el cambio de otros que también se habían dañado. «Esto no nos compete, pero si hubiese sido cierto, el agua hubiese vuelto a nuestros hogares”, dijo, agregando que tiempo atrás, cuando el agua llegaba una vez por semana, no toda la comunidad recibía el suministro.
Ese mismo año también denunciaron el colapso de las aguas servidas, lo cual produjo que la parte este del barrio sufriera un deslizamiento y filtraciones en 75% de las casas del barrio.
“El agua nunca nos llega, las tuberías están malas. El IMAS solo la pone en un solo sector y por eso no nos llega. Hemos hecho presión ante esa institución, hemos trancado la calle y todo son puras promesas”, aseguró Marbelis Granali, habitante del sector.
Malabares por el agua
La comunidad del barrio Píritu debe recurrir a distintos métodos para surtirse de agua. Los vecinos de la parte baja optan por un manantial ubicado en el patio trasero de un vecino, donde hacen largas colas durante horas para poder llenar unos cuantos tobos. Todo dependerá de la cantidad de líquido que salga, puesto que el agua no sale con mucha presión.
Otra alternativa es el uso de cisternas una o dos veces por semana, lo cual depende de las posibilidades económicas de quienes allí viven. Esto motivado a que las enviadas inicialmente por la Alcaldía de Sucre ya no acuden de manera regular al sector y cuando van solo benefician a la parte baja de Píritu.
Mientras tanto, los habitantes de la parte alta de la comunidad optan por abastecerse del centro deportivo Club Padel Venezuela, el cual permite recoger agua solo entre las 9:00 y 11:00 de la noche. Otra opción es acudir a la estación de bomberos de La Urbina, cuando estos cuentan con el servicio, que tampoco es constante.
Cargar agua de consumo desde sus trabajos es otra opción. «No es mucho lo que se puede traer, pero es algo», detalla Yaselys Flores, quien reside en la localidad. Y es que al igual que los vecinos de la parte baja, contó que ellos también pagan camiones cisterna cuando pueden y aprovechan cuando llueve para recoger la mayor cantidad de líquido posible.
Otras plagas
La falta de servicio de agua potable no es el único problema que enfrenta esta comunidad. La contaminación ambiental, producto de un vertedero de basura en la zona parecido al que existe en la planta de transferencia de Las Mayas, a la salida de Caracas hacia el centro del país, es el causante de distintas enfermedades parasitarias.
El suministro gas doméstico es otro de los problemas que tienen los petareños, quienes deben proveerse de grandes cantidades de dinero en efectivo para poder pagar el monto que los trabajadores de Pdvsa Gas Comunal exigen para llevar las preciadas bombonas hasta el lugar.