En La Guaira claman por recuperación del Materno Infantil de Macuto
El centro hospitalario sufrió graves daños cuando la vaguada de Vargas (ahora La Guaira), ocurrida en 1999, y muchas de sus áreas continúan inoperativas
Vecinos de las parroquias Vargas, Caraballeda, Macuto, La Guaira y Maiquetía, reclaman a las autoridades regionales y nacionales la recuperación total del Centro Materno Infantil «Ana Teresa Jesús Ponce», estructura que sufrió graves daños con el deslave de Vargas (ahora La Guaira), registrado en 1999.
Parados al frente del centro hospitalario, con pancartas en mano, los vecinos exigieron a las autoridades nacionales y regionales, que recuperen todas las áreas de salud del recinto que sufrieron pérdidas hace 22 años y aún siguen inoperativas.
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De acuerdo a Nelson Galvis, residente del estado Vargas (ahora La Guaira), el deslave de 1999 afectó los quirófanos, retenes, lugar de descanso del personal de salud, la capilla y la biblioteca del centro médico.
También se perdieron 100 camas para las parturientas y 30 camas para los infantes, los comedores, la unidad de cremación de desperdicios del parto, entre otros.
No obstante, dice Galvis, la recuperación del centro no fue total y solo quedan los vestigios de lo que fue una de las mejores maternidades del país. Recuerda que de otros estados acudían a ese centro hospitalario a utilizar sus excelentes y eficientes servicios.
A criterio de Nelson Galvis, la situación de atención a las parturientas en La Guaira es sumamente crítica y en la medida que pasa el tiempo empeora aún más, de allí la razón de la protesta que se llevó a cabo el pasado 10 de noviembre bajo la consigna de: «Recuperemos al materno infantil de Macuto».
Deslave de Vargas
Según Wikipedia, el deslave de Vargas (ahora La Guaira) es considerado el peor desastre natural ocurrido en el país después del terremoto de 1812. Las cifras de fallecidos aunque sin carácter oficial se calculan desde centenares hasta miles (van de menos de 700 hasta 30.000 muertos dependiendo de la fuente), mientras que los damnificados, tampoco confirmadas oficialmente, se cuentan en decenas de miles. Este hecho aparece en el Libro Guinness de los récords como el mayor número de víctimas mortales por un alud de barro.
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