Hacer negocios, crear empresas, por David Somoza Mosquera
Singapur es constante, suele aparecer en todos los rankings mundiales, aunque no siempre encabece la lista. Y en el caso del índice Doing Business 2020, que cada año presentan el Banco Mundial y la Corporación Financiera Internacional, no podía ser la excepción.
En mi anterior artículo me referí a como «La perla de Asia» había logrado liderar, por segundo año consecutivo, el Anuario Mundial de Competitividad por su sólido desempeño económico, debido a la implementación de acertadas medidas en comercio internacional e inversión, empleo y mercado laboral.
Ahora también forma parte de los cinco países más favorables para 00. En el selecto grupo también están Hong Kong, Dinamarca y Corea del Sur.
Como lo había mencionado, el Anuario Mundial de Competitividad evalúa 63 economías industrializadas y emergentes, en función de cuatro “Factores de Competitividad”: desempeño económico, eficiencia gubernamental, eficiencia empresarial e infraestructura. El informe Doing Business es un tanto más ambicioso; estudia las normas regulatorias que contribuyen o impiden el desarrollo de negocios y la creación de empresas en un total de 190 países.
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Los resultados son tan reveladores como los de Anuario de Competitividad. Nueva Zelanda, Singapur, Hong Kong, Dinamarca y Corea del Sur están en el Top 5 por las facilidades que dan para abrir una empresa, la protección de inversiones, el cumplimiento de contratos, la accesibilidad a los créditos, la facilidad para los registros de propiedad y permisos de construcción o por favorecer el comercio transfronterizo.
Esto quiere decir que mientras más propicia es la regulación de un país para la actividad empresarial, mayor es el índice Doing Business de esa nación. Y lo más importante, a mi juicio, es que al contar con un entorno favorable para los negocios se estimula un crecimiento económico sostenible que representa un beneficio para todos.
Una vez más, a través de estos índices, se demuestra lo clave que son las compañías para las economías. Generar nuevas empresas en una sociedad se traduce en un efecto multiplicador a través de la creación de nuevos empleos, el desarrollo social, la innovación tecnológica y la generación de riqueza, lo que al final conlleva al crecimiento económico.
Pero no basta con hacer negocios, hay que formar empresas y para ello es necesario contar con las condiciones idóneas, las mismas que son analizadas por Doing Business y que pueden incidir positivamente o afectar de forma negativa las áreas del ciclo de vida de una compañía.
De parte de las empresas debe existir el compromiso de aportar valor a sus productos, responder a las necesidades de los clientes, interactuar con las comunidades donde se desenvuelven y hacer de su personal uno de los principales activos.