¿Hacia dónde?, por Marisa Iturriza
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Estando a mediados de enero vamos avanzando en el año 2021. Bueno, no es que avancemos, al contrario, solo son los días los que inexorablemente avanzan a pesar del retroceso imperante aunque no sean los que inspiraron a C.P. Cavafis cuando dice: Los días pasados quedan a nuestra espalda/ triste línea de velas apagadas/ las más cercanas todavía echan humo/ frías velas, derretidas y encorvadas/ No quiero verlas/ su aspecto me entristece…
Aspecto que entristece fue el de nuestro año pasado cuando, como si no fuera suficiente con la usual excusa del “bloqueo” llegó el covid-19 para agregarse a las limitaciones presentes, sobre todo en cuanto a economía y movilidad. ¡Quédate en casa!, impuesto desde ¡muuucho! antes debido a salarios deficientes, desempleo, empresas y negocios cerrados, escasez, falta de efectivo, de transporte, metro irregular, etc…
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Tampoco pueden dejar de mencionarse las larguísimas colas para adquirir la importada y cara gasolina iraní de dudosa calidad, cuando la que teníamos era buena y la más barata del mundo antes de la “reorganización” de la empresa proveedora del mayor ingreso local, mediante el lema “Ahora Pdvsa es de todos”, lo que –por resultados ajenos para la mayoría– hace suponer que “todos” es el apellido de sujetos muy, pero muy afortunados que, según noticias recientes, manejan más de ¡10.000 de dólares! en bancos suizos, mientras aquí el salario mínimo es menos de uno.
Sin embargo “Al mal tiempo, buena cara”. Quien quita que, precisamente por las actuales relaciones petroleras, los reducidos paquetes CLAP —con sus espaguetis turcos y su arroz “picado”, fallos de leche en polvo, azúcar, aceite, cero proteínas, cada vez más pobres porque son para los pobres— en el futuro contengan excelentes productos iraníes como caviar, dátiles, pistacho, halawa, etc..
Y quien quita que los liderazgos de los diferentes grupos de oposición, incluyendo los desengañados (o no) de “el proceso” sean capaces de unirse patrióticamente para comprender hacia dónde queremos ir y trabajar responsablemente, no solo por el futuro si no por un presente de justicia, libertad, responsabilidad y prosperidad. Allí estaremos apoyándonos unos y otros en un fin común porque:
Cuando las estrellas se dispersen
Cuando los mares sean desbordados
Cuando las sepulturas sean vueltas al revés
Cada cual sabrá lo que hizo
Y lo que dejó de hacer
(El Corán)
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