Homeopatía, por Simón Boccanegra
Chávez acaba de decir en Manaos que el verdadero enemigo de su gobierno no es el Pentágono ni sus adversarios internos, sino la burocracia y el burocratismo, y que él está en guerra contra ese enemigo, espada de Alejandro Magno en mano, cortando nudos gordianos burocráticos. La verdad es que nuestro presidente es de los que se tragan un burro con todo y enjalma y ni eructan. Soltó tamaña coba tres días después de haber creado cuatro nuevos ministerios, de los cuales tres por lo menos son completamente innecesarios, y dos nuevas empresas estatales, que a no dudarlo serán guarimbas burocráticas igualitas a la Asamblea Nacional —de la cual se dijo cuando sustituyó al Congreso Nacional, que podía funcionar con 800 empleados y ya va por 1.776.
Diez empleados por cada parlamentario. Pero quién quita que este no sea un novedoso método de lucha contra el burocratismo, que podría denominarse homeopatía administrativa. Similia similibus curantur, dicen los homeópatas: lo similar cura lo similar. Si hay fiebre, auméntese la fiebre. Para curar el burocratismo auméntese la burocracia, receta el homeópata administrativo Hugo Chávez.