Hugo el objetivo, por Simón Boccanegra
Hugolino, en su alocución de despedida, sacó anoche unas cuentas acerca del tiempo que las televisoras privadas habían dedicado a cubrir «su» marcha. Según él, todas dedicaron apenas minutos a cubrir el evento. Unas más, otras menos, pero todas, según el viajero universal, mostraron la caminata, aparte de que todas fueron encadenadas prepotentemente (con un ultimátum que sí funcionó), para trasmitir el discurso del gran cheer leader. Lo que este dejó en el tintero es que el canal 8, que no es privado sino que se sostiene con la plata de todos nosotros, no trasmitió ni un minuto, ni diez segundos, de la marcha de la oposición el jueves. Se necesita tener una cara de piedra para reclamar a los canales privados «falta de objetividad», cuando el canal del Estado, sin duda por orden del propio Chávez -porque a un periodista como Romero Anselmi, director del 8, no se le podía escapar que la marcha del jueves era noticia-, pudo ignorar totalmente aquella marcha. Uno se imagina que Hugo, cuando era pelotero, debía ser de esos que armaban galletas a propósito de cualquier incidencia el juego, porque vaya que es tramposo.