Humanismo revolucionario, por Simón Boccanegra
Varias empresas petroleras de la Faja del Orinoco y otras que trabajan con y para Pdvsa han recibido cartas de esta advirtiéndoles que no deben dar empleo a trabajadores despedidos de la empresa como consecuencia del paro. Este minicronista es amigo de un ex gerente de Pdvsa que fue contratado por una empresa y a los días sus nuevos empleadores le informaron que lamentablemente la cosa no podía ser porque los habían llamado de Pdvsa para decirles que esa contratación les cerraría las puertas de La Campiña. A la brutalidad del despido masivo e indiscriminado de 18 mil personas, a la literal confiscación de las prestaciones y de los ahorros de los despedidos, a los desalojos de las viviendas y la exclusión de los niños de las escuelas en los campamentos petroleros, se une esta refinada muestra de crueldad que es la de negar a los despedidos el derecho al trabajo en otras empresas. Cualquier día Aristóbulo y María Cristina Iglesias, ya que el PPT maneja también el petróleo, llevan al gabinete la proposición de crear un campo de concentración para los ex pedevesos. ¿Será esto lo que Chávez llama “humanismo cristiano” ? ¿Será el mismo “humanismo revolucionario” de que hablaba Alí Rodríguez?