¿Humor negro o ignorancia supina?
Hay comentarios que no resisten el más mínimo escrutinio. Pero cuando uno de ellos proviene de una persona que se supone conoce su oficio, es imposible no pensar si lo dicho es producto de un humor negro mal empleado o de una ignorancia supina hábilmente manejada.
Es el caso de una acotación hecha por Remigio Ceballos Ichaso, almirante él para más señas, quien tras el lamentable incidente en el cual un guardacostas de la Armada venezolana zozobró tras colisionar con un buque de pasajeros portugués, alertó que el barco lusitano en cuestión llevaba a bordo seis botes inflables y “suficientes” botes salvavidas para ejecutar incursiones.
«¡ALERTA PUEBLO DE VENEZUELA! El Buque crucero RCGS Resolute tiene abordo no menos de 6 botes inflables … aparte de suficientes botes salvavidas», se lee en un tuit del almirante.
¡ALERTA PUEBLO DE VENEZUELA! El Buque crucero RCGS Resolute tiene abordo no menos de 6 botes inflables para mover 7 comandos (42) mínimo, para ejecutar incursiones, aparte de suficientes botes salvavidas. Denunciamos al mundo y exigimos no permitir zarpe de ese buque forajido! https://t.co/VFrm32apOH
— A/J REMIGIO CEBALLOS (@CeballosIchaso) April 2, 2020
¡Caramba! Es comprensible que un ciudadano de a pie no sepa que un barco (sea de pasajero, tanquero, de pesca o militar) debe llevar una cantidad suficiente de botes salvavidas para albergar a parte del pasaje en caso de siniestro, pero que lo ignore el oficial de más alto grado de la Armada venezolana es cuando menos inconcebible, más si se trata del jefe del Estado Mayor del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional (Ceofan).
Si de algo sirve, almirante, el Código Internacional de Dispositivos de Salvamento Marítimo, en su regla 21 de la Sección II concerniente a los buques de pasaje, establece que estas embarcaciones deben llevar “botes salvavidas total o parcialmente cerrados que cumplan lo prescrito en las secciones 4.5 ó 4.6 del Código, y cuya capacidad conjunta en cada banda baste para dar cabida al 50% por lo menos del número total de personas que vayan a bordo”.
La misma norma aclara que “la Administración podrá permitir que se sustituyan botes por balsas salvavidas inflables o rígidas de una capacidad total equivalente, a condición de que a cada banda del buque no haya nunca menos botes que los necesarios para dar cabida al 37,5 % del número total de personas que vayan a bordo”.
Bastaría al almirante ver alguna de las muy buenas versiones cinematográficas de tragedia del Titanic (aunque edulcorada, la versión de James Cameron de 1997 es muy buena) para comprender que barco sin botes salvavidas no zarpa, y si zarpa es a riesgo de pasajeros y tripulantes.
No nos resta más que preguntamos si esta Armada es la que hará frente a un bloqueo o una invasión naval. Parafraseando a Hamlet, ¿reír o llorar? He allí el dilema