¿Ignorancia o acto fallido?, por Simón Boccanegra
La última ocurrencia de Hugo (o del Ministerio de la Secretaría, vaya uno a saber) es el mensaje que, en castellano y guaraní, publicó en los periódicos de Paraguay enlazando el pensamiento de Bolívar con el de… ¡José Gaspar Rodríguez de Francia! Este señor, en quien basó Augusto Roa Bastos su novela «Yo, el Supremo» (uno de los grandes textos latinoamericanos sobre ese espécimen tan nuestro, el dictador), tiranizó a su país durante 36 años del siglo XIX, al cabo de los cuales Paraguay casi había dejado de existir como nación. A uno de los más sombríos y crueles sátrapas que haya conocido este continente, tan pródigo en ellos, Hugo ha tenido las bolas de elogiarlo precisamente ante el pueblo cuyos antepasados padecieron su implacable puño de hierro. Es como si algún visitante extranjero anticipara su venida con un mensaje en el cual elogiara a Juan Vicente Gómez. ¿Acto fallido, como el de Perú, cuando señaló a Saddam Hussein como símbolo de todo lo peor, o pura y simple ignorancia? ¿O en verdad Hugo cree que Rodríguez de Francia es uno de los paradigmas históricos que debe rescatar -por aquello de «Yo, el Supremo»?