Impunidad y revictimización estatal perpetúan la violencia contra la mujer
45 % de la población femenina mundial ha sufrido de violencia de género o ha sido testigo de ella, según cifras recientes publicadas por la Organización de Naciones Unidas (ONU). Ahora 25% de las mujeres afirma que los conflictos en sus casas han sido más frecuentes tras la llegada de la cuarentena
En Venezuela, los patrones de impunidad hacia casos de violencia contra la mujer dan pie a que los agresores perpetúen sus comportamientos violentos, sin preocuparse por ser sancionados. La denuncia previa, con la que podría salvarse la vida de muchas mujeres, se ha perdido como herramienta judicial, debido a la revictimización generada desde las instituciones receptoras de denuncias y de atención a este tipo de casos.
A esa conclusión se llegó en el foro de TalCual «Violencia contra la mujer en Venezuela: ¿Denunciar sin garantías?, realizado en el marco del Día internacional de la erradicación de la violencia de contra la mujer, que se conmemora cada 25 de noviembre.
Sara Fernández, miembro del equipo de temas de género del Centro de Justicia y Paz (Cepaz), señaló que han recogido testimonios de víctimas que se arrepienten de denunciar a los victimarios porque la primera reacción a la que se enfrentan luego de pasar por un proceso de agresión es a la burla de parte de los agentes estatales y al engavetamiento o paralización de sus expedientes.
Por esa razón consideró necesario que se trabaje la sensibilización de los funcionarios en temas de género, para así romper con los estereotipos contra la mujer que, aplicados a estos casos, terminan siendo discriminatorios en cuanto a la impartición de justicia.
«Existe un traslado de culpa en el primer momento de presentación de la denuncia. Hacen pensar a la mujer que la culpa fue suya y eso hace difícil el proceso a la víctima. Es importante la capacitación de los agentes del Estado que atienden la denuncia para que no revictimicen a las mujeres», indicó.
Cifras presentadas este 24 de noviembre por Tarek William Saab, fiscal general designado por la extinta Constituyente, dan cuenta de que apenas 20% de los casos de violencia de género denunciados ante el Ministerio Público en 2021 llegó a una imputación y que solo 9,5% de las acusaciones presentadas ante tribunales especiales obtuvo una sentencia condenatoria contra los agresor.
Sobre ese pronunciamiento Fernández recordó que dar data desagregada es una obligación que no se cumple en Venezuela y que no es suficiente que Saab salga dos veces al año a decir cuales son las causas que ha procesado. «Tiene una obligación de forma permanente. Las ONG han intentado hacer un diagnóstico, pero es una responsabilidad estatal hacerlo y no debe caer sobre las organizaciones de las sociedad civil», criticó.
Sin mecanismos de protección para la mujer
Para María Mercedes Armas, psicóloga del Observatorio Venezolano de Derechos Humanos de la Mujer, es necesario implementar programas de prevención para lograr erradicar la violencia contra la mujer. Así podrán desnaturalizarse las conductas machistas arraigadas y aceptadas dentro de la cultura venezolana, que en la mayoría de los casos resultan no teniendo ningún tipo de penalización, ni siquiera social.
Consideró que debe trabajarse el concepto de la masculinidad tradicional o hegemónica y construir sensibilización para otro tipo de masculinidades relacionadas con la corresponsabilidades de género. «Las conductas violentas en noviazgo se normalizan. Es necesario desnudar este tipo de comportamientos a nivel de hogar e institucional», indicó».
Aplicar estos mecanismo siempre ha sido de fundamental importancia, pero más aún con la llegada de la pandemia.
Un informe de Naciones Unidas reveló que la violencia contra las mujeres se ha intensificado en todo el mundo desde el inicio del confinamiento, que provocó que un 45 % de la población femenina mundial declare haber sufrido violencia de género o haber sido testigo de ella. Ahora 25% de ellas afirma que los conflictos en sus casas han sido más frecuentes tras la llegada de la cuarentena.
Las mujeres víctimas de violencia deben tener un espacio seguro diferente al hogar que comprarte con el agresor. Por ello, resaltó Fernández, deben tener casas de abrigo en las que se les pueda brindar ayuda. Sin embargo, en Venezuela estos albergues están desmantelados.
Desde el año 2014 se crearon cuatro de estos refugios en Aragua, Cojedes, Sucre y Trujillo. No obstante, según información extraoficial de Cepaz, las que estaban ubicadas en los dos primeros estados funcionaron hasta el primer trimestre de 2019, mientras que las otras hasta el primer semestre de 2018.
Una vez más, se reitera que el Estado venezolano debe otorgar las garantías necesarias a la mujer, así como evitar la profundización de los procesos judiciales largos o dilaciones indebidas. También, como lo ha recomendado la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (Cedaw) debe priorizar la aplicación efectiva del marco legal en materia de protección de la mujer, cumplir con la construcción de las casas de abrigo, garantizar el acceso a la justicia para las víctimas y adoptar e implementar sistemas de apoyo y capacitación.