Boliburgueses en acción, por Teodoro Petkoff
En el mundo de la banca y los seguros se han venido dando movimientos tectónicos que están transformando el perfil del sector financiero. Los actores son algunos de los boliburgueses más connotados. Pedro Torres Ciliberto es uno de los nombres que más suena en estas negociaciones, junto al de Ricardo Fernández Barrueco. Torres Ciliberto, «Perucho» para sus amigos, entre ellos su muy íntimo José Vicente Rangel, adquirió hace diez años Baninvest, pequeño banco de inversión con sede en San Cristóbal. Designó entonces, para la presidencia ejecutiva de éste, a Arné Chacón, teniente retirado, hermano de Jesse Chacón.
Ahora, Perucho Torres adquirió Banco Real, y designó como presidente ejecutivo al mismo Arné Chacón, quien fue sustituido en Baninvest por Carlos Santaella. Este banco se dedicará a las microfinanzas, circunstancia elogiada por Chacumbele en uno de sus programas, aunque nunca nos informó de dónde sale la plata para estas costosas operaciones, que no se detuvieron allí. Poco después Banco Real tomó las riendas de Helm Bank.
Torres Ciiberto compró luego la antigua compañía de seguros «La Previsora», designando como presidente a Ramón Eduardo Tello. Luego le puso la mano a Seguros «Los Andes», abriéndose quizás el camino hacia la fusión de las dos aseguradoras. No se paró aquí Perucho Torres y hace poco compró la mayoría accionaría en Central Banco Universal, emblemática institución del mundo financiero larense y también adquirió recientemente Mi Banco, con todo lo cual Perucho maneja el 1,6% del total de depósitos del sector financiero.
Por otro lado, las empresas de seguros de Perucho Torres manejan hoy alrededor del 12% de las pólizas de seguros, incluyendo las de varias empresas estatales e instituciones del gobierno central y de los regionales.
Ricardo Fernández Barrueco, uno de los más poderosos boliburgueses, también invade la banca. Se ha hecho del Confederado, de Banpro y de Bolívar Banco y hace nada compró el banco Canarias.
Con esto, el llamado Zar o Rey de Mercal, posee el 5,1% del mercado bancario, lo cual no es poca cosa si se tiene en cuenta que el mayor banco del país, Banesco, controla el 15%. Aunque no se pueden sumar peras con manzanas, entre Fernández y Torres Ciliberto cubren hoy cerca del 10% del mundo bancario.
Ricardo Fernández, muy joven, por cierto, comenzó a crecer y diversificarse a raíz del paro petrolero, cuando colocó su enorme red de camiones de carga, una de las más grandes de Suramérica, al servicio del gobierno, para distribuir alimentos.
Es propietario de dos grupos industriales, Proarepa y Pronutrico, grandes productores de harina de maíz y proveedores de Mercal. Así mismo adquirió el 40% de Monaca, una de las cien mayores empresas de Venezuela, molinera de trigo. Fernández Barrueco se ha internacionalizado y hoy posee una procesadora de atún en Ecuador y ocho barcos atuneros, con bandera extranjera.
El negocio atunero no le es nuevo. En el estado Sucre posee varias empresas congeladoras de atún. Mientras estas cosas ocurren en lo que Marx denominaba la «estructura» de la sociedad, una parturienta pide a Chávez que la ayude a conseguir un cupo para dar a luz. El «socialismo del siglo XXI» avanza a tambor batiente y a paso de vencedores.