Sindicalistas coinciden en que aumento del sueldo mínimo se convierte en «sal y agua»
Dirigentes sindicales se pronunciaron sobre el aumento del salario mínimo decretado por el mandatario Nicolás Maduro este 1° de marzo a través de las redes sociales. Uno de los puntos de consenso radica en que la hiperinflación que se registra en Venezuela conlleva a que el dinero se convierta -como dicen por ahí- en «sal y agua».
Autor: Ronald Uribe
Para la presidenta de la Unión Nacional de Trabajadores de Venezuela (Unete), Marcela Máspero, el incremento del sueldo mínimo anunciado por el Ejecutivo no es más que una «payasada», ya que el mismo no cubre los costos de la canasta alimentaria -que ronda los Bs 24.000.000- y que además fue realizado en vísperas de las elecciones presidenciales.
Máspero dijo en exclusiva al diario TalCual que esta medida gubernamental también «trata de satisfacer a las 109 protestas que se dieron en el mes de enero y al cierre de febrero, que fueron 108. Destaca que en las primeras razones de manifestaciones es la insuficiencia salarial».
Alertó que con la dolarización de la economía, «los precios van por el ascensor y los sueldos se quedaron en el sótano» y mencionó que una solución podría ser dolarizar el salario y que el mínimo se establezca en $250 para el sector público.
«En el caso del sector privado y global, en el gobierno de Maduro, se han perdido 3.000.000 de trabajos y que no han sido resarcidos. Muchos dirigentes sindicales, siendo afectos al gobierno, han salido a protestar. Hemos visto dos movilizaciones intensas cerca de 60 sindicatos, que hay sindicados de Unete, por el cierre de empresas en Carabobo (…) la respuesta de estas propuestas han sido violencia y represión.»
Por su parte, el presidente de la Federación de Empleados Públicos, Fedeunep, Antonio Suárez, es de la opinión de los aumentos salariales que sean otorgados por el patrono no deben ser rechazados, aunque alertó que en la actualidad, los escalafones en la administración pública están separados por cantidades mínimas de dinero, que con la hiperinflación que «se come el salario», es un ingrediente para desmotivar a la capacitación del personal.
En ese sentido, propuso que se estudie la reingeniería en los cargos dentro de las instituciones del Estado para hacer ajustes en cada uno de los sueldos.
«Muchos están subpagados. ¿Qué motivación pueden tener? Lo obligan a quedarse a veces 10 o 12 horas trabajando. Eso es irracional, sea empresa pública o privada», dijo.
Exhortó también al ministro de Trabajo, Néstor Ovalles, a emplazar a las otras instituciones a luchar por un mejor ingreso para los trabajadores, ya que a su juicio existe «temor» de no perjudicar a los otros ministros dentro del Gabinete por un tema de chocar con ellos y la línea de Gobierno.
«Es hora de dejar los dogmas de no subirle el sueldo a todos. Es un tema de presión ¿O hay temor?», dijo al hacer referencia de que existen sectores -como el militar- que reciben mejores incrementos que otras carteras.
Máspero recalcó que los aumentos salariales carecen de un estudio para realizarse y dijo que los únicas investigaciones que realiza el equipo de Gobierno es «para cómo mantenerse en el poder». Dijo que la empresa privada se ve seriamente comprometida con estos incrementos y que muchas de éstas podrían cerrar en los próximos meses.
Además, los trabajadores también se ven perjudicados y reveló que existe un 90% de venezolanos en el país que rechazan cada vez que se promulga un nuevo incremento salarial, por lo que a muchas personas le resulta más fácil trabajar desde casa por el alto costo del pasaje, uno de los rubros que ha subido en al menos cuatro oportunidades durante 2017.
Con respecto al llamado bono de alimentación, Suárez es de la opinión de que es una «competencia con la inflación». Recordó que desde 1998 se le sugería al Gobierno que era necesario plantear un aumento salarial del 100% para que ese fenómeno no se comiera el salario.
«El punto no es que lo aumentes a Bs 900.000, sino que se busquen mecanismos que eviten las distorsiones. Esa es una decisión que afecta al mismo trabajador», dijo y se refirió a la decisión de que ese bono sea cancelado nuevamente a través de las tarjetas de alimentación al decir que los instrumentos especializados son rechazados en muchos comercios.
Deja un comentario