Maduro, Falcón o Tribilín, por Juan Vicente Gómez
Autor: Juan Vicente Gómez
La campaña hacia las presidenciales quedó abierta este 22/4 y el arranque de los equinos que participan en este “Clásico de mochos” ha sido vertiginoso.
Parece mentira que con caballos tan enclenques pueda marcarse buen tiempo “en los primeros 400 metros”, un parcial marcado por acusaciones de ventajismo hacia el defensor de la copa, acusaciones desestimadas de plano por un árbitro impresentable, parcializado.
El despliegue de tantas encuestas en esta primera fase de la competencia también luce “rarito”. Lo percibo como sospechoso por forjado. Cualquiera que se encuentre de pronto con tantas opciones entre los sondeos de opinión podría pensar que estamos en medio de “la normalidad” de otra rutinaria campaña electoral.
Falcón incluso hasta puntea en un par de esas encuestas sobre intención de voto, casi seguramente tarifadas para que el traje le ajuste a su medida.
Por momentos parece que el gobierno no ha hecho nada malo para forzar el caza tontos del 20M. La oposición ya ni siquiera insiste en la denuncia de inconstitucionalidad del llamado electoral realizado a través de la ANC y parece que buena parte del país olvidó que este adelanto de elecciones es írrito.
Para colmo, algunos sectores de la oposición convencidos de que Maduro es derrotable el 20M pese a todas sus triquiñuelas, siguen sin mandar una señal clara hacia la opinión pública en los puntos neurálgicos de lo estratégico: votar apoyando al menos malo de los segundones, o abstenerse (mientras se prepara alguna agenda alternativa para el 21M que permita capitalizar el descontento de lo que ocurra en el penúltimo domingo de mayo.)
Existe también una ñapa aberrante de parte del árbitro: serán sancionados quienes llamen públicamente a potenciar la opción abstencionista (y uno se pregunta cómo evadir esta especie de censura en momentos en que nuestra convicción personal es la de no participar.)
Desde una postura tremendista la mejor estrategia electoral para incomodar al gobierno podría ser desafiar al CNE incentivando públicamente la opción abstencionista
Cualquier ciudadano en ejercicio de sus derechos políticos debería poder hacer uso de esa opción persuasiva, cualquiera que como nosotros no considere que el Clásico Presidente de la República pueda tener un campeón tan mediocre.
*Lea también: Petróleo, Maduro y la mafia militar, por Ibsen Martínez
De pronto apesto a autocensura. He modificado varias veces estos párrafos de cierre, los de la conclusión para el artículo. TalCual no se hace responsable del comentario expresado por este colaborador pero los amigos de multas y lápiz rojo podrían estar cazando algún desliz editorial para continuar su cacería de brujas contra el hijo editorial de Teodoro Petkoff.
Mi opinión, al sol de hoy, sigue siendo la de no salir a votar el 20M. Así, claro, raspao y sin llamamientos a más nadie para que secunde esa opción, pondré el punto final. Respeto todas las opciones intermedias pero –en lo personal- no validaré lo que considero un fraude presentándome a sufragar por cualquier Tribilín improvisado.