Gobierno insiste en una reconversión monetaria sin billetes
La sustitución del cono monetario por el nuevo bolívar soberano requiere entre 5.000 y 6.000 millones de piezas monetarias, pero todavía no llega el primer lote. En la banca ajustan sistemas, pero el déficit de puntos de venta genera mucha tensión
El primer reto que enfrenta Nicolás Maduro en su nuevo período como mandatario nacional electo es una reconversión monetaria que no cuenta con los elementos esenciales: los nuevos billetes; pero aún así la decisión del gobierno, por ahora, es no dar marcha atrás.
De acuerdo con informaciones procedentes de fuentes del sector bancario, a pocos días de que comience el proceso de transición a un nuevo cono monetario, no ha llegado un solo billete a las bóvedas del Banco Central de Venezuela.
Aparentemente, los bancos públicos y privados han podido ajustar sus sistemas informáticos al nuevo sistema, aunque la Asociación Bancaria de Venezuela planteó algunos problemas con la reexpresión de las cuentas con el Seniat.
Sin embargo, indican las fuentes, estos temas se pueden resolver sin mayores dificultades, entre otras cosas porque el ente tributario se había comprometido a hacer los ajustes necesarios de forma directa para que la conversión de las cuentas no generara más inconvenientes.
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El problema de fondo y por el cual los representantes del sistema financiero han pedido al gobierno, al menos, una posposición de la reconversión, es que las piezas monetarias no han llegado y no existen garantías de que lo hagan antes del 3 de junio próximo, cuando, se supone, arranca la transición.
El gobierno, por intermedio del Ministerio de Finanzas y el Banco Central de Venezuela (BCV), ha puesto presión al sistema financiero para que las plataformas electrónicas de pago funcionen al máximo para paliar la aún más aguda escasez de billetes que es muy previsible.
No obstante, debido a la falta de divisas, existe un déficit superior a los 500.000 puntos de venta, según cálculos de la Asociación Nacional de Usuarios y Consumidores (Anauco), una cifra producto de un trabajo de verificación en el sector comercio; cifra más que importante aun tomando en cuenta la abrupta caída que ha experimentado la actividad comercial en los últimos tiempos.
La banca, según fuentes extraoficiales, ha planteado al Ejecutivo la necesidad de tener acceso a divisas para reponer los equipos, pero hasta ahora no ha tenido éxito.
Sin puntos no hay ventas
Esta situación crea una serie de complicaciones que no solo se refieren a la imposibilidad de pagar consumos, especialmente de bienes esenciales, sino que el comercio pierde ventas. Varias entidades financieras, de manera extraoficial, coinciden en que el comercio minorista formal reduce su facturación promedio en alrededor de 40% por falta de efectivo, una cifra que será superior si la reconversión no resuelve el problema del flujo de billetes.
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Este último puede ser una medición parcial y que no refleja la situación real. Varios reportes recogidos en medios regionales dan cuenta de una caída superior a 70% de las ventas del comercio en algunos estados, como Portuguesa, Bolívar, Guárico, Lara, Apure, Anzoátegui, Falcón y Zulia, donde la situación es especialmente calamitosa.
Los mercados negros de efectivo se han extendido como la pólvora por todo el país y se conocen casos de comisiones de 180% y hasta 250% por el efectivo. Las actividades agrícolas están muy penalizadas, porque el pago de nóminas y otras necesidades se cubren completamente con efectivo, por lo que los productores se ven sometidos a cancelar tarifas escandalosas por los billetes que requieren.
El tamaño del problema
Según las fuentes bancarias consultadas, es difícil calcular un número preciso de piezas monetarias necesarias para satisfacer la demanda de billetes y monedas. Las estimaciones se mueven, pero en el sistema financiero creen que se deberían emitir entre 5.000 y 6.000 millones de billetes, lo que implica un gasto cercano a los 150 millones de dólares, por ahora; un monto bastante difícil de pagar por un gobierno al que no le sobran los dólares.
El drama es que la inflación eleva constantemente la demanda de efectivo, al punto de que el economista y profesor del Iesa, Richard Obuchi, estima que este indicador viene creciendo a tasas de 2.000% interanual, por la aceleración de los precios.
La mayoría de los economistas que han proyectado la capacidad de compra que tendría este nuevo cono monetario ha estimado que, posiblemente, en septiembre u octubre será imprescindible emitir billetes con denominación superior a 500 bolívares, el de mayor denominación para la nueva familia de papeles.
Por lo pronto, la Asamblea Nacional, de manera oficial, se unió al coro que pide que la reconversión se suspenda. En los estratos gerenciales y técnicos de la banca reina la preocupación, sobre todo después de las detenciones de directivos de Banesco -ya excarcelados con medidas cautelares-, por lo que hay un interés claro en hacer lo necesario para que el proceso fluya. Temen pagar los «platos rotos» si la reconversión genera más caos.