Problemas económicos en la FVF cierran aún más las puertas del Mundial
La crisis de la Vinotinto, que tiene siete meses sin jugar un partido oficial, podría empeorar con la pérdida de sus cuatro principales patrocinantes para 2019
El fútbol venezolano no disfruta de sus mejores momentos. Después de levantar las esperanzas de la afición venezolana tras casi 10 años de evolución constante, unas eliminatorias mundialistas infructuosas de la Vinotinto bajo el mandato de Noel ‘Chita’ Sanvicente y Rafael Dudamel dejaron en evidencia un importante retroceso, que se conjuga con una crisis económica gestada en el seno de la Federación Venezolana de Fútbol (FVF).
Más de medio año ha pasado desde el último compromiso que disputó la selección mayor de fútbol, desde aquella victoria ante Paraguay que culminó las eliminatorias para el Mundial Rusia 2018 que dejó a la Vinotinto en un lamentable último lugar en la tabla, con ocho puntos menos que en su clasificatoria para Brasil 2014.
La ausencia de la Vinotinto en las canchas, lejos de estar ligada a una decisión deportiva, tiene que ver con los problemas de caja que tiene la FVF. La situación es clara: no hay dinero.
El exdirector técnico de la selección, Richard Páez, quien condujo al equipo durante su proceso de progreso desde el 2001 hasta el 2007, actualmente fustiga a la FVF por su desorganización y mala administración.
“No existe una preparación suficiente desde un punto de vista técnico. La organización no ofrece estabilidad para sus jugadores y el trabajo de nuestros grupos se está perdiendo”, explica el entrenador.
Después de hacer que Venezuela tocara las puertas del mundial -al quedar a tan solo 2 puntos del repechaje de Sudáfrica 2010-, Páez teme que las posibilidades de alcanzar el anhelado sueño mundialista podrían verse seriamente comprometidas si se mantiene el sendero recorrido hasta ahora.
Si no se corrige, seguiremos siendo el único país de Sudamérica que no ha jugado ni jugará un mundial. Incluso si se amplía la cantidad de equipos que accedan a la competencia, Venezuela no se está preparando para eso»
Sin patrocinios
A 11 años de realizar una de las mayores inversiones en la historia del deporte venezolano con la celebración de la Copa América 2007, y destapar polémica gracias a los pagos ilegales desde la FVF para obtener patrocinios y comprar voluntades de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), la situación es totalmente distinta.
Ninguna empresa está dispuesta a patrocinar a la selección después de los escándalos de corrupción y el desastre organizacional de la Federación. El patrocinador histórico del equipo, Polar, abandonó ese papel después de ser acusado de no prestar un aporte económico proporcional al beneficio publicitario generado por el equipo.
La estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) quedó a cargo como principal patrocinador oficial de la Vinotinto a partir de 2012. Desde ese momento, el equipo ha visto cómo paulatinamente las empresas dejan de renovar los contratos con la Federación.
Cinco empresas fungen como patrocinadores oficiales actualmente. Sin embargo, la FVF anunció que culminó el convenio con una de ellas, Adidas; mientras que para 2019 se vencerán los contratos de Pdvsa, Banco Provincial y Movistar, que no han mostrado disposición a renovar.
«A vista de los patrocinadores, la Vinotinto es un producto. En la actualidad, este producto tiene un gran riesgo, ya que no ofrece una imagen de seguridad y confianza para la inversión desde un punto de vista gerencial y administrativo”, acota Páez.
Falta de rodaje
Debido a sus problemas de caja, la selección se ve incapacitada para invitar a otros conjuntos al país, y tampoco puede permitirse invertir para viajar a otras tierras en busca de amistosos. Como consecuencia, dos fechas FIFA y un total de cuatro partidos internacionales transcurrieron sin la presencia de Venezuela.
Sin partidos jugados, los futbolistas y el cuerpo técnico se ven despojados de posibilidades para experimentar, corregir, poner a prueba nuevas modalidades y esquemas. A pesar de que Venezuela no figurará en el mundial, la falta de rodaje podría afectar su rendimiento de cara a competencias futuras.
El director técnico de la selección, Rafael Dudamel, había comentado en noviembre pasado que este período sería vital para iniciar el proceso de preparación de cara al mundial Qatar 2022. En este sentido, adelantó que su escuadra se enfrentaría a equipos mundialistas en marzo.
«Ahora después del sorteo del Mundial, seguramente para marzo vamos a tener muchos candidatos para jugar. Hay que hacer con tiempo esas diligencias, pues sobre la hora llevó a que pudiésemos consolidar un solo partido en esta doble fecha FIFA de amistosos; para marzo vamos a tener seguro, repito, candidatos de acuerdo al sorteo», declaró Dudamel en noviembre para la prensa de la FVF.
Muy lejos de esta realidad, la Federación negoció con algunas selecciones, pero no se pudo concretar ningún compromiso porque no había recursos suficientes. El presidente de la FVF, Laureano González, explicó que recibieron invitaciones de Irán y Egipto para jugar amistosos, pero al no tener capacidad de autofinanciamiento para cubrir los gastos inherentes, no se llegó a ningún acuerdo.
Páez, como entrenador de fútbol, expone que es perjudicial para cualquier equipo saltarse posibilidades para jugar amistosos. “La ausencia de amistosos está alejando a los equipos de la competencia, del entrenamiento y la práctica de los jugadores, que necesitan disputar más partidos y recibir más minutos en la cancha”, resaltó.
Un futuro comprometido
Las esperanzas mundialistas se sostienen en los hombros de las nuevas generaciones que se asoman desde las categorías inferiores. La Federación ha logrado mantener la suficiente operatividad como para que los jóvenes y las mujeres se mantengan activos frente a las competencias internacionales.
La selección Sub-20 consiguió una de las mayores gestas de la historia del fútbol venezolano al resultar subcampeón de la categoría en el Mundial Corea del Sur 2017. Por otra parte, las guerreras criollas Sub-17 se consagraron campeonas del Sudamericano del 2016 y acabaron cuartas en la Copa del Mundo Sub-17 Jordania 2016.
Estas importantes hazañas para el deporte criollo dan esperanzas de cara al futuro. Sin embargo, podrían verse comprometidas si los problemas de la Federación se extienden.
Es necesaria una transición que pueda conectar a estas generaciones de promesas Sub-17 y Sub-20 a realidades con la selección absoluta. Un trabajo que posiblemente pase por superar la crisis económica del país y que la FVF se comprometa con este cometido.