Gobierno enrarece aún más el mercado de las remesas en el país
Simples operaciones para el ingreso de divisas se hacen difíciles en Venezuela no solo por el control de cambio, sino también por las últimas decisiones del Ejecutivo sobre las remesas que hacen engorroso y poco transparente el proceso.
El Gobierno pretende que las casas de cambio sean ahora los que traigan divisas al país a través de las remesas y poder suministrar así recursos al Banco Central de Venezuela (BCV), afectado por la caída significativa de los ingresos petroleros. Hoy en día las reservas internacionales han disminuido en tal magnitud que se ubican en niveles de hace 24 años.
La salida de más de 4 millones de venezolanos en los últimos años, según las cifras aportados por organismos internacionales, impulsados por la crisis política y humanitaria, ha incrementado el envío de remesas al país las cuales cerraron 2017 en 2.000 millones de dólares, aproximadamente. Esta coyuntura quiere ser aprovechada por las autoridades monetarias y financieras quienes han señalado la necesidad de formalizar estas operaciones, pero siguen sin querer flexibilizar o levantar el control de cambio, responsable en gran medida de la crisis cambiaria tras 15 años de su aplicación.
La reactivación de las remesas en el mercado formal luce una buena noticia, pero las últimas decisiones del Gobierno enrarece este mercado, crea desconfianza y complica el proceso.
Recientemente el presidente Nicolás Maduro autorizó a tres casas de cambio para iniciar operaciones de remesas: Grupo Zoom, Italcambio e Insular. Estas empresas pueden recibir las divisas pero no entregar los dólares en efectivo sino en bolívares a un tipo de cambio específico.
Aquí comienzan las interrogantes: Italcambio e Insular no están listos para comenzar estas operaciones. La casa de cambio manejada por Carlos Dorado aún se encuentra suspendida luego que la Sudeban iniciara unas investigaciones por supuestas operaciones no autorizadas. Mientras que Insular apenas cuenta con la plataforma necesaria y no ha acordado con bancos corresponsales en el exterior para tramitar las remesas. Además, de acuerdo a fuentes del sector, Insular fue autorizada por el Ministerio de Finanzas más no por Sudeban, ente al que le toca otorgar los permisos.
Hasta la fecha, el Grupo Zoom es el único que comenzó estas operaciones, pero estableciendo un precio del dólar que generó muchas preguntas.
Fuentes consultadas explicaron que los representantes de la casa de cambio Zoom ofertaron las divisas que reciben por concepto de remesas en el sistema de subasta Dicom a un precio de 1.303.270 bolívares, lo cual fue aceptado y pagado por el BCV. Como se recordará, el organismo exige a estas empresas vender todas sus divisas en el esquema cambiario.
En consecuencia las autoridades monetarias autorizaron a Zoom cambiar las remesas a este precio, el cual viene a representar otra tasa de cambio en el país, además del promedio oficial de Dicom que el Banco Central publica cada semana y que en la última subasta fue de Bs 80.000.
Un aspecto que llama la atención de analistas: Esas divisas compradas por el ente emisor son vendidas a otros actores en el Dicom a un precio que se desconoce y tampoco se sabe a quién, por lo que califican el sistema de muy opaco y poco transparente.
«¿Estos dólares a qué precio se venden? Tenemos conocimiento de que por ejemplo en anteriores subastas, hubo ventas de 49.500 bolívares y se revendían en 150.000 bolívares. Hay una ganancia cambiaria que no es transparente, por eso fracasa el Dicom, por la desconfianza que genera», apuntó una de las la fuentes consultadas que prefirió mantener su nombre en reserva.
Pero precisamente los venezolanos aún no confían enviar remesas a sus familiares en el país a través de esta vía, de acuerdo a lo señalado por las fuentes del sector, la mayoría de los montos que reciben las casas de cambio por transferencia van desde 10, 17, 20 y 23 dólares y algunos pocos en 900 dólares.
Durante este año, alrededor de $100.000 provenientes de 44 países es el total de las remesas que han ingresado a través de las casas de cambio (Zoom e Italcambio antes de su suspensión). Este es un monto ínfimo si se compara con las estadísticas publicadas por el Banco de Desarrollo CAF de un ingreso en remesas a Venezuela de $2.000 millones en 2017.
Por otra parte, a los venezolanos que viven en Estados Unidos se les dificulta enviar remesas desde los canales regulares, debido a que las empresas en ese país evitan realizar este tipo de operaciones por las sanciones de Donald Trump al gobierno de Maduro. Sin embargo, los connacionales utilizan otras vías para hacer llegar las divisas a sus familiares. Muchos las envían a Panamá o Colombia y específicamente a la ciudad de Cúcuta. Un número importante de casas de cambio ilegales han surgido, especialmente en la frontera, lo cual ha sido denunciado por el gremio que agrupa a estas empresas en Venezuela.
Ahora sí
El Gobierno anunció que abrirá casas de cambio en las zonas económicas especiales del país, no obstante, hay dudas de ello.
Antes del control de cambio de 2003 existían en Venezuela un total de 24 casas de cambio. La paralización de las operaciones cambiarias por un período de un año antes de la aparición de Cadivi, generó pérdidas y complicaciones financieras a estas empresas. Luego en 2014 el Gobierno suspendió la tramitación de solicitudes de compra de divisas destinadas a remesas familiares residenciados en Colombia, siendo éste su principal mercado. Luego autorizó la venta de divisas al menudeo de hasta $200 mensuales en 2015 para luego prohibirlas, dejando a muchas a tener que cerrar sus puertas.
Las casas de cambio tienen tres negocios que no han podido desarrollar en condiciones normales durante estos 15 años: remesas familiares, atención a turistas que vienen al país para cambiar los dólares y recibir remesas de otros países por no familiares o empresas.
Hoy en día quedan además de las tres casas autorizadas para tramitar remesas, la Casa de Cambio Angulo López, Venegiros y Wenmar Tours.
Igualmente, hay 5 a 6 casas de cambio que cerraron sus operaciones pero que pueden ser vendidas y pasar de manos a terceros por intermedio de operaciones de traspaso. Actualmente no existen licencias que autorizar ya que unas 12 a 13 permisos fueron revocados por Cadivi al no querer estas empresas hacer operaciones con el ente administrador de las divisas.
«La Sudeban no ha estado dando nuevas licencias, difícilmente haya alguien que invierta hoy en día en una casa de cambio», afirmó otra de las fuentes consultadas.
Representantes de la Asociación Venezolana de las Casas de Cambio han mantenido conversaciones con el BCV para solicitar una flexibilización del mercado cambiario y especialmente para realizar libremente operaciones de compra y venta de divisas.
Consideran que algunos sectores del país como el de autopartes y de repuestos pueden acudir a estas empresas para comprar divisas y así importar los bienes que necesitan, pero como ellos muchas industrias requieren de materia prima, por lo que pueden utilizar esta vía formal para comprar dólares.
Ante la crisis de ingresos en divisas en el país, analistas económicos insisten en que es hora de levantar el control de cambio, pero el Gobierno no parece estar dispuesto a ello. «Es una política de Estado; es siempre la respuesta del Gobierno al no dejar que se realicen libremente operaciones cambiarias», acota la fuente.