Dudan que Calixto Ortega defienda las políticas del BCV ante exigencias del Gobierno
Tras las nuevas designaciones en el tren ministerial se esperaba un cambio en la presidencia del Banco Central. Pero lo que si no se prevé son modificaciones o la puesta en marcha de las acciones que se requieren para bajar la inflación y defender la moneda frente al dólar.
Analistas económicos dudan que el nuevo presidente del Banco Central de Venezuela, Calixto Ortega Sánchez, defienda la autonomía del organismo frente a las exigencias del gobierno de Nicolás Maduro. Los consultados destacan la necesidad de recuperar las políticas monetaria, cambiaria y finaciera para resolver los graves problemas del país agobiado por la hiperinflación.
Aunque advierten que Ortega no cuenta con la experiencia y capacidad para asumir las riendas del BCV, afirman que su designación obedece a lineamientos políticos. El joven sobrino del dirigente del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), Calixto Ortega, es ingeniero industrial y viene de ocupar la vicepresidencia de Finanzas de la estatal Pdvsa, además de Cónsul en Nueva York y Houston en Estados Unidos.
Los presidentes del Banco Central de la era chavista comenzaron a relajar las directrices que por ley deben seguir para defender la moneda nacional y la estabilidad de la economía, al permitir que el presidente Hugo Chávez solicitara el famoso «millardito» para crear el Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden) al modificar la normativa legal. No obstante, la defensa de las políticas del organismo dejó de ser una realidad desde la gestión de Nelson Merentes, Ricardo Sanguino y Ramón Lobo.
«Conviene que el Ejecutivo lea las pautas en la Ley del BCV en lo referido al presidente y al directorio. Procedimientos y causales de remoción, nombramientos, credenciales, papel de la AN, comité de evaluación de méritos. Fuera de la Ley, todo acto es írrito», afirmó el economista Leonardo Vera.
Acotó que el nuevo presidente y su directorio deberían contar ya con nuevas y buenas ideas para quebrar la inflación, devolver la confianza en la moneda, recomponer el sistema de pagos, reconstruir las reservas internacionales y promover una política cambiaria que sirva al país.
«El presidente y demás miembros del directorio de un banco central deben ser profesionales de méritos, con amplio conocimiento y trayectoria en el área monetaria, cambiaria y financiera. No partisanos, con criterio propio y mayúscula credibilidad», recalcó Vera.
El economista Orlando Ochoa coincide en que Calixto Ortega desconoce de política monetaria, «pero para recibir órdenes en el BCV para emitir dinero sin respaldo, causando hiperinflación, no hace falta formación, solo falta de escrúpulos».
Recordó que Ramón Lobo se fue del Banco Central después de haber continuado la tarea iniciada por Nelson Merentes de abrir el organismo para el financiamiento monetario del déficit fiscal, pasando de muy alta inflación a hiperinflación de más de 50% mensual. «Son figuras del socialismo chavista».
Para el diputado de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional, Rafael Guzmán, la autonomía del Banco Central es vital para solucionar la hiperinflación. Por eso, la primera ley aprobada por el parlamento de mayoría opositora fue la modificación de la Ley del BCV que entre otros aspectos le devolvía su autonomía.
«La política monetaria necesita gente preparada dirigiendo el Banco Central, no politiqueros. La designación de Calixto Ortega Sánchez, al igual que ocurrió con los nuevos ministros, forma parte de una repartición de cuotas de poder que en nada responden a los problemas del país y mucho menos a los económicos, que son los que más afectan al pueblo», resaltó.
El que el BCV haya dejado a un lado su responsabilidad para fijar criterios que contribuyan a mantener la estabilidad de los precios, ha generado un proceso hiperinflacionario que explotó en octubre de 2017 y que hasta el mes de mayo alcanza una tasa anualizada de 24.571% (según cálculos de la AN), así como la cotización del mercado paralelo que se coloca 28 veces por encima del dólar oficial (Dicom).
El financiamiento directo del ente emisor a distintas empresas del Estado y en gran medida a Pdvsa, hizo que la liquidez monetaria alcanzara montos nunca antes visto, lo cual ha presionado los precios internos al alza. Hasta la semana del 8 de junio, la liquidez cerró en la histórica cifra de 1,3 billardos de bolívares.
«El país no tiene Banco Central desde el año 2005, poco importa quién presida sus restos», acota el director de la consultora Económetrica, Francisco Ibarra.