La OPEP permite compensar caídas de producción en Irán y Venezuela
Analistas prevén que el incremento efectivo de producción de la OPEP y sus aliados será de un máximo de 750.000 barriles. Quevedo insistió en Viena en que cumplirá la meta de subir la extracción de crudo en Venezuela
Arabia Saudita y Rusia lograron el mejor acuerdo posible en el actual contexto de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) al convenir un aumento nominal de un millón de barriles diarios (b/d)de la producción consolidada del grupo más los 10 países no miembros que accedieron, en 2016, a coordinar recortes en el flujo de hidrocarburos para elevar los precios, entonces por debajo de los 30 dólares por barril.
El acuerdo es confuso y abierto a múltiples interpretaciones. Lo que los analistas estadounidenses interpretan es que la OPEP y sus aliados externos se ajustarán estrictamente al recorte de 1,8 millones de barriles diarios, que se ratificó en 2017, pero que supuestamente se ha «excedido» en poco más de un millón de b/d.
Por supuesto, el convenio abre espacios para que otros productores compensen las caídas ya registradas en las producciones de Venezuela y Angola y las estimadas como resultado de las sanciones de Estados Unidos contra Irán, a raíz de la ruptura unilateral, por parte de la administración de Donald Trump, del acuerdo de «desnuclearización» con el gobierno iraní.
En concreto, se estima que estos tres países dejen de bombear un volumen consolidado de 1.500.000 barriles diarios de crudo, de manera que productores como Arabia Saudita y Rusia tienen un espacio relativamente amplio para aumentar la extracción de crudo de acuerdo con sus capacidades de producción.
El comunicado de la organización, en tono críptico, elude dar datos concretos, y se limita a decir que las perspectivas del mercado han mejorado y la economía global se mantiene sólida, por lo que es posible ajustar el acuerdo de restricción para que se cumplan las cuotas establecidas en 2016 y ratificadas el año pasado.
Analistas estadounidenses coinciden en que el incremento, en términos reales, podría alcanzar a un máximo de 750.000 barriles diarios en promedio, tras la redistribución de las cuotas -que no prevista específicamente en el acuerdo de la reunión de Viena-, ya que existen dudas de que el «sobrecumplimiento» del recorte previsto haya sido tan intenso como se dice.
Irán y Venezuela
Si se miran las cifras, Irán es el único país de la Opep que podía aumentar su producción, según el convenio de 2016. La república islámica quedó autorizada a incrementar su bombeo en 90.000 barriles por día, a partir de una producción de referencia de 3.975.000 bd, lo que convertía a los iraníes en los segundos mayores extractores de la OPEP.
Sin duda, esta es una situación cómoda que terminó abruptamente cuando Donald Trump rechazó el acuerdo de «paz nuclear» con Irán que había suscrito su antecesor Barack Obama. Se estima que la producción iraní bajaría en cerca de 1.000.000 de barriles por día al cierre del año.
Venezuela es otra historia. Cuando se suscribió el acuerdo de recorte, Venezuela reportó una producción promedio de 2.067.000 barriles diarios y se comprometió a recortar 95.000 bd, de manera que, a enero de 2017, el país el país debía producir 1.972.000 bd, pero la realidad es que actualmente ha bajado de 1.500.000 barriles diarios y, en un escenario «optimista», al cierre del año podría bombear algo como 1.050.000 barriles diarios.
Es insuficiente
La reacción inicial de los mercados internacionales al acuerdo fue un alza de precios, porque el acuerdo de la OPEP no se dio en los términos esperados. Por supuesto que la aspiración del gobierno de Estados Unidos sobre una liberación absoluta de la producción es impensable, pero analistas financieros, sobre todo europeos, esperaban que la subida superara 1,5 millones de barriles diarios.
No había mucho optimismo, pero la OPEP supone en sus escenarios que la demanda de crudo podría desacelerarse, pero no bajar, porque las expectativas de expansión de las economías de los principales países consumidores siguen marcando una tendencia alcista.
Quevedo: «cumpliremos»
El presidente de Pdvsa y, simultáneamente, ministro de Petróleo, el mayor general Manuel Quevedo, dijo durante la reunión 174 de ministros de la OPEP en Viena, que cumpliría la meta de aumentar la producción nacional en un millón de barriles por día, aunque reconoció que se trata de «un reto».
El funcionario, según la reseña suministrada por Pdvsa, enfatizó que el país tiene la capacidad clara para incrementar su bombeo de crudo y el compromiso de los trabajadores de la industria. Cuestionó el «pesimismo» de las agencias financieras y de riesgo internacionales que dan por imposible un incremento de producción de tal nivel.
El analista y ex director externo de Pdvsa, José Toro Hardy, dijo, con una perspectiva técnica, que es imposible producir más de 500.000 b/d adicionales en menos de seis meses, y no solo por factores técnicos, sino por la grave estrechez del flujo de caja que padece la industria petrolera en la actualidad.
En una entrevista con Unión Radio, Toro Hardy indicó que cuesta mucho esfuerzo y dinero aumentar la producción, sobre todo de pozos maduros de crudos livianos que se encuentran en prácticamente estado de abandono.
El más reciente análisis de la Agencia de Información Energética de Estados Unidos (EIA por sus siglas en inglés) estima que incrementar la producción en alrededor de 300.000 barriles por día podría tardar un mínimo de cinco años, si se cuentan con los recursos técnicos y financieros necesarios; dos aspectos de los que adolece la Venezuela actual.