PERFIL | ¿Quién es Andrés López Obrador, el presidente electo de México?
De raíces izquierdistas, no son pocos quienes catalogan a Andrés López Obrador de «chavista». Tras su victoria este 1° e julio, llamó a la «cuarta transformación» de la vida republicana mexicana, así como a los empresarios para que contribuyan con el resurgimiento de la nación azteca
Andrés Manuel López Obrador, quien regirá los destinos de México por los próximos seis años, es un político y escritor que en su tercer intento logra la presidencia de su país.
De raíces izquierdistas, nació en el poblado de Tepetitán, estados de Tabasco, el 13 de noviembre de 1953. Es licenciado en Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Autónoma de México.
Comenzó sus andanzas políticas en las filas del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en los años 70, pero sus diferencias políticas lo llevaron a fundar el Partido de la Revolución Democrática (PRD) a finales de la década de los 80.
Con el apoyo de su nuevo partido, fue candidato a la gobernación de su estado natal en 1988 y 1994, pero no alcanzó la primera magistratura regional. Posteriormente se postula y gana la alcaldía de Ciudad de México para el período 2000 – 2005, cargo que concluyó pese al desafuero promovido en su contra y que fue catalogado como un montaje político para evitar su postulación a la presidencia.
Fue candidato a las presidenciales de 2006 y 2012, alcanzando en ambas oportunidades el segundo lugar.
Dado que el PRD no lo escogería para un nuevo proceso electoral, en 2014 creó el partido Morena, pasando a convertirse en el líder indiscutible de la izquierda azteca que aspira acabar con la dinastía de 90 años a manos del PRI y el PAN gracias al voto castigo de los mexicanos.
Sus promesas
Muy cercano a los planteamientos del fallecido Hugo Chávez (de quien se dice ayudó a financiar su campaña electoral de 2006), AMLO ha centrado su discurso en la lucha contra las mafias del poder y por ende contra la corrupción. “Sin corrupción y con un gobierno austero podremos sacar a México de la crisis económica, del malestar y la pobreza, de la espiral de inseguridad y violencia que actualmente padece”, señala.
Tildado como populista y demagogo, López Obrador ha expresado su rechazo a dos de los megaproyectos más polémicos llevados adelante con la anuencia del gobierno de Enrique Peña Nieto: el nuevo aeropuerto del DF y la reforma petrolera. “Vamos a poner fin a la privatización de Pemex y de la industria eléctrica”, ha expresado.
También se ha planteado un plan de seguridad que hacer frente a la “falta de voluntad para cumplir las leyes o evitar su utilización discrecional, facciosa, arbitraria y corrupta”, ha comentado.
Prevé rescatar el campo de la mano de los pueblos indígenas, y plantea que el gobierno fije los precios de los productos agrícolas para impulsar la soberanía alimentaria.
Educación gratuita en todos los niveles, becas para estudiantes y el aumento de las pensiones para adultos y discapacitados, forman parte de sus promesas electorales, que mucho asemejan a las prebendas ofrecidas por Hugo Chávez en su última campaña electoral.
Su llamado
Tras su victoria, AMLO aseguró que su gobierno se propone llevar adelante la «cuarta transformación» de la vida pública enmarcada en la reconciliación en aras de un nuevo proyecto de nación.
Tras asegurar que no habrá dictadura ni abierta ni encubierta, dijo que en su gestión habrá cambios profundos, libertad empresarial, libertad de expresión, de asociación y de creencia, que se respetará la autonomía del Banco de México, disciplina financiera y fiscal, y se reconocerán compromisos con empresas nacional y extranjeras.
No obstante, ratificó que los contratos del sector energéticos serán revisados “siempre conducidos por la vía legal. No habrá confiscación y expropiación de bienes ni gasolinazo”, aseguró, tras lo cual dijo que se bajará el gasto corriente y aumentará inversión pública.
Como buen izquierdista, dijo que se dará preferencia a los más humildes y olvidados, en especial a los pueblos indígenas. «Por el bien de todos, primero los pobres», y prometió cambiar lo que consideró una “estrategia fallida” contra la violencia, para lo cual convocará a la ONU y otros organismos de DDHH para elaborar el plan de reconciliación y paz para México.