Venezuela: único país con hiperinflación donde billetes tienen precio (II)
En la convulsionada Somalia no hay banco central ni se emite dinero en efectivo desde hace 25 años. En Venezuela existe un BCV sumiso que emite billetes sin control. Pero en ambos países, por circunstancias distintas, el dinero tiene un precio
En la convulsionada Somalia, afectada por guerras entre clanes, la población ha vivido con una peculiar situación: luego de que un grupo guerrillero arrasara el banco central de ese país hace 25 años llevándose todo el dinero en efectivo, se dejó de emitir billetes de manera oficial. Sin embargo, los mismos clanes comenzaron a falsificar billetes que eran aceptados por la gente para hacer transacciones.
Al igual que en Venezuela, se observan imágenes de somalíes cargando carretas de dinero en efectivo. La crisis económica de esa nación ha impulsado al alza los precios de los bienes, por lo que se requieren de cientos de paquetes de billetes para pagar, aunque muchos de ellos desgastados por el tiempo y aún así vendidos en alguna ocasión.
Pero a pesar de los graves problemas políticos y económicos, la población en Somalia comenzó a utilizar el dinero electrónico para comprar productos y hoy ha resuelto en buena parte (con sus tropiezos) su sistema de medios de pago; algo que en Venezuela luce ya complicado por las debilidades de las plataformas bancarias tanto del sector público como del privado.
En Venezuela, las distorsiones de la economía han generado una serie de situaciones no vistas en otro país que haya sufrido un proceso hiperinflacionario o una crisis de grandes magnitudes, ya sea por guerra o por malos manejos de la política económica
Una de ellas es la venta de billetes que se observa desde hace dos años y, como la inflación, el precio de los mismos aumenta de manera desprorcionada: se ha llegado a cobrar una comisión de hasta 500%. La restricción en la entrega de efectivo por parte de la banca pública y privada, la saturación de los canales electrónicos bancarios y el constante aumento de precios de los bienes, han sido caldo de cultivo en la escasez del dinero que circula en la calle.
*Lea también: ¿Cuánto cuestan los billetes en Venezuela? (I)
Luis Zambrano Sequín, profesor de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), explica que existen varios factores por los que en Venezuela el efectivo tiene un precio mayor a su valor nominal y a lo que puede comprar. «Son situaciones muy peculiares del caso venezolano».
Al respecto recuerda que la venta de billetes no se evidenció en países que llegaron a tener procesos hiperinflacionarios.
En primer lugar -explica- porque en Venezuela está prohibido utilizar otro tipo de divisa para ejecutar transacciones. Es decir, no se puede sustituir el bolívar con otro tipo de moneda como medio de pago.
«En la mayoría de los países en los que hubo hiperinflación no hubo control de cambio y en los que si tenían controles cambiarios, se permitió la circulación de otras monedas», señala
Desde enero de 2017, el Banco Central de Venezuela (BCV) comenzó a poner en circulación nuevas piezas de billetes.
De acuerdo a las cifras oficiales suministradas hasta el pasado mes de abril, en el mercado monetario existen 15.983 millones de billetes de diferentes denominaciones: 2, 5, 10, 20, 50, 100, 500, 1.000, 2.000, 5.000, 10.000, 20.000 y 100.000 bolívares. Pero esto ha sido insuficiente para la demanda de efectivo de la población.
Durante este año, por cierto, el BCV ha puesto en circulación apenas 1.251 millones de piezas de la nueva denominación de billetes, menos el de Bs 10.000.
Resalta Zambrano Sequín que la reventa (bachaqueo) y el contrabando de productos regulados también ha tenido un impacto directo en la venta de los billetes, por lo que hace que el efectivo tenga un valor superior a lo que se puede comprar con él, y es la existencia de los precios regulados.
«Muchos de los que compran productos regulados o los de las cajas CLAP los revenden o los contrabandean para llevarlos fuera del país. Es decir, pagan un alto porcentaje para comprar los billetes, pero ganan mucho más revendiendo los productos regulados a un precio mayor u obteniendo dólares cuando los contrabandean»
El economista y profesor universitario explica que en casos de países con hiperinflaciones, las transacciones se dolarizaron para evitar un colapso al sistema de medios de pago, algo que no sucede en Venezuela.
«En varios países suramericanos y en muchos centroamericanos que tuvieron hiperinflación o que registraron altos índices de precios, existían cuentas en dólares en los bancos nacionales, lo que en Venezuela está prohibido. En Ecuador, por ejemplo, más del 60% de las cuentas estaban denominadas en dólares cuando hubo hiperinflación y la gente utilizaba más esa divisa que el sucre», puntualiza.