Banca pública aumenta más los montos a tarjetas de crédito sin importar el riesgo
El incremento de los montos límites en las tarjetas de crédito es el reconocimiento del proceso hiperinflacionario que vive Venezuela, sin embargo sigue siendo insuficiente
Los bancos que integran el sistema nacional se han visto obligados a incrementar los límites de las tarjetas de crédito de sus clientes, debido a la indetenible carrera de la inflación. Las quejas de los usuarios por contar con poca disponibilidad para hacer sus compras utilizando el llamado dinero plástico, también han sido tomadas en cuenta, aunque no todas las instituciones lo han hecho por igual.
La Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario (Sudeban) estableció recientemente un límite máximo para las tarjetas de crédito de 50.000 bolívares. «Sudeban, previa evaluación y aprobación por parte del Organo Superior del Sistema Financiero Nacional (Osfin), consideró necesario ajustar las normas ya establecidas, con la finalidad de salvaguardar los derechos de los usuarios», indicó en un comunicado enviado a la banca.
Sin embargo, las entidades financieras han ido ajustando los montos paulatinamente. Los bancos del Estado han aumentado de manera significativa los saldos de las tarjetas de crédito, muy al contrario de los bancos privados cuyas alzas han sido menores
Analistas sostienen que el sector bancario estatal tiene mayores posibilidades para incrementar las tarjetas de crédito, puesto que cuenta con el respaldo financiero del gobierno. Los bancos privados deben lidiar con el proceso hiperinflacionario y el alza de los gastos operativos y financieros. Según cálculos de la Asamblea Nacional, la tasa de inflación de septiembre cerró en 233,3% para una variación acumulada en el año de 115.824% y una tasa anualizada (septiembre 2017-septiembre 2018) de 488.865%.
Mientras que los bancos Bicentenario y Venezuela han incrementado los límites de préstamos hasta Bs 20.000, entidades del sector privado han llevado el tope hasta Bs 10.000 pero el promedio del límite de las tarjetas en los recientes ajustes llega a Bs 5.000. No obstante, aún hay clientes con saldos a favor de solo 3 o 5 bolívares.
Durante el mes de septiembre, la Sudeban solicitó a la banca revisar a los clientes que han quedado rezagados con montos muy bajos en sus tarjetas de crédito. «El objetivo es ofrecer a la población la mayor cantidad de alternativas para movilizar sus fondos”, señaló el organismo en una nota de prensa.
Sin embargo, la hiperinflación ha afectado también al sector bancario, el cual ha tenido que aplicar estrategias para disminuir sus gastos operativos y financieros.
El economista y exintegrante del Departamento de Análisis Macroeconómico del Banco Central de Venezuela, Luis Brusco, señaló que es lógico que en etapas hiperinflacionarias el riesgo del crédito al consumo sea mayor para la banca, por lo que considera absurdo trasladar al sector este problema de riesgo inflacionario al ordenar la Sudeban un aumento de los topes a las tarjetas de crédito.
«Debemos recordar que un préstamo al consumo es quirografario, es decir, no tiene un colateral o garantía salvo la firma, por lo que el riesgo es mucho mayor. El riesgo se mide por la capacidad de recuperar el crédito, por lo que la posibilidad de recuperación para la banca es remota en hiperinflación», explicó
Señaló Brusco que la banca opera con dinero de sus clientes proveniente de las captaciones, por lo que tiene compromisos con sus depositantes y no puede incurrir en una excesiva entrega de créditos al consumo porque la capacidad de recuperarlos se minimiza. «Algunos cálculos de economistas hablan que en tiempos de hiperinflación la posibilidad de recuperar un préstamo al consumo es de 30%«.
El exsuperintendente de Bancos Alejandro Cáribas, explicó que los bancos han han optado por disminuir el plazo de pago de los préstamos, muchos de ellos a menos de un año, llevándolo a tres y seis meses debido al proceso de hiperinflación en Venezuela.
«Nadie presta ya a largo plazo en estos momentos, la banca de esta manera trata de ganarle a la hiperinflación y de obtener mayores ingresos», afirmó Cáribas
Brusco resaltó que la banca pública ha tenido la estrategia de aumentar en mayor proporción los topes de las tarjetas de crédito debido a que el costo el dinero es menor, puesto que la mayoría de sus depósitos provienen de instituciones u organismos estatales.
«Aunque la banca pública compite con la privada, no se maneja con el mismo criterio de rentabilidad. La conducta de preservar los activos no es tan exigente como en el caso de los clientes privados. Lo que ocurre con la banca pública es que no toman el riesgo igual que la banca privada y por ello elevan el monto de los préstamos de una manera significativa comparado con las entidades privadas».
Destaca que si un banco privado incurre en un problema de liquidez o solvencia quizás no pueda ser auxiliado rápidamente, además que está incluido un riesgo político como lo es el de una intervención con posible estatización o expropiación por parte del Estado.
En cifras
Desde hace varios años, las tarjetas de crédito son utilizadas principalmente para gastos de alimentación y medicinas, sin embargo, los aumentos constantes de precios de los bienes producto de la hiperinflación han hecho que los montos del dinero plástico sean insuficientes. Hoy hacer un mini mercado con la compra de seis productos puede tener un costo de Bs 3.000, lo que imposibilita el uso de este instrumento financiero.
De acuerdo a cifras de la Sudeban al cierre de agosto, el monto financiado en tarjetas de crédito en el sector bancario nacional alcanzó Bs 3.934 millones, lo que representó 9% del total de la cartera de créditos de Bs 41,7 millones
Los bancos con mayores montos autorizados son el Bicentenario con Bs 860,5 millones, Venezuela con Bs 701,2 millones, Banesco con Bs 6698,9 millones, Provincial con Bs 564,7 millones y Mercantil con Bs 438,8 millones.
El Banco Central fijó las tasas de interés de financiamiento anual para las tarjetas de crédito en 17% la mínima, 29% la máxima y 3% adicional a la tasa de interés pactada por concepto de obligaciones morosas, según Gaceta Oficial 41.470 de fecha 29 de agosto de 2018.
Un estudio comparativo de tarjetas de crédito y débito publicado por el BCV en Gaceta señaló que la mayoría de las instituciones bancarias se ubicaron en la tasa máxima de financiamiento. Sin embargo, el Banco Nacional de Crédito (BNC) colocó una tasa máxima de 26% y el Banco del Tesoro una tasa de 28%. Mientras que la tasa de mora se ubicó en 3% anual para todas las instituciones.
La mayoría de las instituciones bancarias financian a 36 meses. Las tarjetas de crédito son aceptadas en 433.804 puntos de venta, instalados en 334.825 negocios afiliados en el país.