Hola, Hugo; por Teodoro Petkoff
Con motivo de nuestro 18 Aniversario, recordamos el primer editorial con el cual anunciábamos las salida al ruedo de TalCual aquel 3 de abril de 2000, convertido desde entonces en la directriz que ha marcado estas casi dos décadas de lucha
Autor: Teodoro Petkoff
Aquí estamos, otra vez. Creyeron que nos iban a callar. Bueno, no pudieron. En tres meses montamos TalCual. Es fruto de la voluntad indomable de no rendirse ante la fuerza bruta ni ante las trapacerías mafiosas de tu amigo Miquilena. Según dijo públicamente Arias Cárdenas, te sentiste muy molesto por lo que hizo “Don” Luis en El Mundo (perdona, ya sé que lo quieres mucho y tú fuiste quien le clavó ese apelativo, pero quieras o no, ese es un don entrecomillado). Admitamos que es verdad; te sentiste molesto. Pero no hiciste nada. Callaste, es decir, otorgaste. También es tuya la responsabilidad. Pero ya eso es clavo pasado, y es la última vez que tocamos el punto.
¿Qué ha ocurrido en estos tres meses? Lo que no estaba en tus cálculos, Hugo. Pensabas que esta iba a ser la misma batalla de siempre, la fácil ofensiva contra las “cúpulas podridas”. Pero el panorama político ha cambiado. Tienes un contendor del cual, por más que te esfuerces, no vas a poder convencer a nadie que es un viudo del puntofijismo. Viene de tu propio movimiento. Es de los juramentados del proverbial Samán. Más aún, es el otro gran jefe del alzamiento y, sin duda, su líder intelectual. Es el MVR contra el MVR. Ahora sí murió la vieja república. Los protagonistas, gobierno y oposición, conforman el nuevo esquema de poder. Todavía es amorfo, impreciso y vago, pero es en torno a él que girará la nación de aquí en adelante. AD y Copei son tema para nostálgicos. Tendrán todavía alguna presencia, pero el centro de gravedad del poder ya se desplazó. Los “muchachos” de la película ahora son otros.
Pero tu propio protagonismo, Hugo, va palo abajo. Con un ingreso petrolero astronómico, la economía está por el suelo. El peor gobierno del puntofijismo jamás creó tanto desempleo como el tuyo. La rehabilitación del estado Vargas te está comiendo. Pero, en lo político, Hugo, torpeza tras torpeza ha ido dejando a la vera del camino a los amigos y compañeros de la primera hora. No sumas, Hugo, restas y divides. Olavarría, Escarrá, Combelas, Mayz Vallenilla; algunos de tus mejores intelectuales hoy te adversan. (Consuélate, te queda Tarek). La ruptura con PPT te quitó algunos de tus mejores activistas y apóstoles. Los profesores de la UCV que tanto te apoyaron, ahora aplastaron a tu candidato en las elecciones rectorales. Pero, lo peor, Hugo, el MBR-200. Los militares, tus compañeros del riesgo, ya no te quieren. Te queda “Don” Luis, más rayado que un tigre, y también José Vicente, cada día más visiblemente hamletiano. ¿Qué hiciste, Hugo?, ¿Qué se hicieron la gloria y el brillo de los primeros tiempos? El poder puede ser muy cruel para quien lo ejerce, si no sabe qué hacer con él. Es tu caso, Hugo. Por ahora.