El desertor (nextfligths), por Laureano Márquez
Es el título de la nueva miniserie de Nextflights y cuenta la historia de un magistrado que luego de 20 años pisoteando la ley, el estado de derecho y la democracia se arrepiente y pide perdón por todos los males y destrucción ocasionados por la tiranía a la que sustentaba.
Ya está disponible la primera temporada:
Episodio 1: El despertar de la conciencia
“El peso de mi conciencia era abrumador, porque yo no podía seguir avalando con mi presencia y decisiones contrarias a mi formación como demócrata”. Luego de 20 años dormida, la conciencia de un magistrado que avaló y propició la destrucción de la democracia venezolana, despierta una mañana, repentinamente, cuando su dueño no encuentra su habitual “splenda” para endulzar el café y descubre de inmediato que es un demócrata convencido y que había permanecido drogado durante 20 años con un polvo que alguien del partido suministraba en sustitución de su edulcorante. Este es el inicio de una fascinante historia.
Episodio 2: Acoso sexual
Para desviar la atención y aunque suene cacofónico como “parece que aparece”, “firme la forma” e “hizo caso omiso”, se le acusa de acoso. Acusación que inicialmente es formulada como parapeto jurídico para descalificarle, pero que termina siendo cierta finalmente, pues la definición de acoso es “trato vejatorio y descalificador hacia una persona, con el fin de desestabilizarla psíquicamente”, lo cual realmente hizo en contra casi 30 millones de seres humanos. Esto hace que la Real Academia acuñe un nuevo término: “acosocidio”, que viene a ser a acoso lo que genocidio es a gente.
Episodio 3: Delincuente es Moreno
En una misteriosa declaración el magistrado hace saber que el delincuente es moreno, esto al comienzo confunde la CIA, porque tratan de buscar un delincuente afrodescendiente en la banda criminal de la que participaba el magistrado y hacen del más negrito el blanco de sus investigaciones.
Episodio 4: El presidente teledirige el TSJ
En una insólita confesión, el magistrado revela algo que nadie alcanzaba a imaginar: el TSJ es teledirigido por el presidente. Se trata de un control remoto que se enciende desde palacio en las reuniones de sala plena y que activa un chip colocado bajo la cien (o doscientos dependiendo de la ambición de cada magistrado) y tuerce el espíritu propósito y razón de sus sentencias. En su caso, por ejemplo, él estaba claro que los diputados opositores de Amazonas eran legales, pero un corrientazo cambio la sentencia inicial y el destino del país.
Episodio 5: “Yo secundé muchas cosas que no debí secundar”
La CIA, en su investigación decide colocarle un nombre clave al magistrado: “Secundino”, por tu extraordinaria capacidad de secundar lo insecundable. En este episodio se narra la fuga de “Secundino”: para no llamar la atención de un régimen antiimperialista y antiyanki, decide justificar su viaje con unas vacaciones programadas en Disney para conocer de cerca a Mickey Mouse. Nadie en la nomenclatura nota nada raro y a todos les parece de lo más normal el viaje. Muchos, incluso, le encargan una bolsa de “milky way”, que quiere decir “vía láctea”. Los chocolates nunca llegaron: mala milky.
Episodio 6: El embajador de Cuba daba instrucciones
En este capítulo se muestra otra revelación que nadie alcanzaba a imaginar: que las grandes decisiones del país se toman desde La Habana y que el embajador de la nación caribeña funge como primer ministro. Luego de esta confesión, “Secundino” afirma que si regresa al país sería hombre muerto, tan muerto como tantos que sus secundadas decisiones ocasionaron.
Fin de la primera temporada.
Magistrados: mírense en ese Black Mirror.