La censura arrecia, Conatel impone el silencio
En menos de una semana, siete programas salieron del aire debido a un «exhorto» de Conatel para evitar mencionar cualquier discurso o noticia relacionada con Guaidó
Música y silencio. Eso fue lo que encontraron los oyentes que sintonizaron el programa de César Miguel Rondón a las 6:00 am del jueves 24 de enero transmitido por el circuito Unión Radio. Algunos hicieron lo que han hecho habitualmente desde hace 30 años: buscar en el espacio de César Miguel el resumen informativo del día, en especial después de la noticiosa jornada de calle que ocurrió el 23 de enero, cuando ante una multitud de manifestantes el diputado Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional (AN), asumió como presidente encargado de Venezuela.
En el programa no se escuchó ni una palabra de lo ocurrido. En principio Rondón dijo al aire que iría a un “interludio musical” pero puertas adentro lo que ocurría era el efecto de la censura oficial, que fue documentada por el Instituto Prensa y Sociedad (Ipys), al notificar en un reporte que el conductor de uno de los espacios emblemas de opinión en el circuito Unión Radio, anunciaba al aire que no podía profundizar en el análisis de los asuntos políticos del país “porque las circunstancias no lo permiten”.
El lunes 28, a través de su cuenta en Twitter, Rondón explicó en cuatro líneas lo que estaba pasando desde el jueves 24: «no es autocensura, es censura pura y dura la que nos ha silenciado» y agregó que de allí en adelante trabajaría en un plan comunicacional para seguir informando a través de las plataformas electrónicas.
Gracias a las amigas y amigos que han manifestado preocupación por nuestra ausencia de esta mañana. Es la misma situación que está planteada desde el pasado jueves: no es autocensura, es censura pura y dura la que nos ha silenciado.
— César Miguel Rondón (@cmrondon) January 28, 2019
La orden llegó de Conatel: se prohíbe a las emisoras de radio referirse a Juan Guaidó como presidente encargado, ni reseñar las protestas ocurridas en zonas populares, ni hablar de las personas fallecidas, ni detenidos en manifestaciones.
La censura oficial en la mayoría de los casos -incluido el circuito Unión Radio- llega en forma de «exhortos o medidas preventivas» en los cuales la renovación de las concesiones del uso del espectro radioeléctrico se convierte en la carta sobre la mesa ante los directivos de las emisoras.
El circuito Fe y Alegría ha estado frente a esa daga en diversas oportunidades. En septiembre de 2017, la emisora 88.1 de Maracaibo cesó sus transmisiones por órdenes de Conatel: la razón formal era que se les había vencido la concesión, aunque la solicitud para renovar estaba pendiente desde 1975 y nunca recibieron respuesta.
Conatel ordenó el cese de transmisiones por no tener concesión, la cual se está solicitando desde 1975 https://t.co/wZLQZk5kCo
— Radio Fe y Alegría (@radiofeyalegria) September 5, 2017
Hace una semana, cuatro programas de corte de opinión salieron del aire del circuito radial Fe y Alegría. Los directivos de las emisoras explicaron que la decisión no era una orden directa de Conatel aunque aclararon que se trataba de una “medida transitoria de carácter preventivo» y que a la vez les habían pedido que hicieran «revisión” de la programación. Como resultado, el jueves 24 de enero salió del aire el programa Son Derechos, conducido por miembros de la ONG Provea. Otros tres programas a cargo de miembros de las ONG Promedehum, Funpaz y la Red de DDHH del estado Lara también fueron notificados y dejaron de transmitir. Estos se sumaban a la medida tomada el lunes 21 de enero cuando había salido del aire el programa del dirigente político Alfredo Ramos, que se transmitía de lunes a viernes durante una hora, en Barquisimeto.
#AlertaSNTP | #8DiasdeCensura En 8 días se han producido 32 ataques a la libertad de expresión, 26 periodistas agredidos, 4 medios de comunicación atacados directamente, 5 reporteros detenidos, 6 robos y 7 programas fuera del aire pic.twitter.com/A2WhzmdhRF
— SNTP (@sntpvenezuela) January 29, 2019
El 27 de enero salieron del aire los programas Aragua Defiéndete, transmitido durante más de 25 años en Radio Aragua 1010 AM y el espacio El Periódico con los Vecinos, transmitido por la emisora Tu Preferida 104.5 de Maturín.
Otro exhorto para revisar la programación llegó a Radio Caracas Radio, emisora en la cual se transmite un espacio de opinión conducido por el Foro Penal Venezolano y otro por María Corina Machado.
Y aunque no hubo denuncia formal, dos días estuvo sin transmitirse el programa Un Poco de Todo en la emisora Adulto Joven 88.1 conducido por Eva Gutierrez, justo los dos días posteriores a la marcha del 23 de enero y luego de que la periodista sacara al aire un audio grabado durante el discurso de Guaidó.
Con cuidado o portazo
Fuentes internas de varias emisoras de corte musical aseguran que después del 23 de enero también recibieron los exhortos de Conatel pero a través de llamadas, no por escrito, en las que el ente regulador exigía «ser cuidadosos con los mensajes que salen al aire».
Estos cuidados implican evitar la transmisión de los discursos o noticias relacionadas con Guaidó. Cuando no se cumple con estos «cuidados» ocurre lo que pasó el mismo 23 de enero: funcionarios de la Dirección de Contrainteligencia Militar (Dgcim) allanaron la sede del canal regional GlobalTV, que transmite en Maracaibo. Luego del allanamiento, el canal fue sacado del aire por transmitir el discurso de Guaidó al juramentarse como presidente interino frente a la multitud.
El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (Sntp) informó que durante el mismo procedimiento dejaron sin señal a la televisora AventuraTV, que comparte sede con GlobalTV y además utiliza la misma antena transmisora. Cuando los funcionarios salieron de la sede les cortaron la electricidad al edificio donde funcionan ambos canales.
#AlertaSNTP | Funcionarios de Contrainteligencia Militar, en #Maracaibo, allanaron sede de GlobalTV y sacaron del aire la señal de este canal regional por transmitir el discurso de Juan Guaidó.
Así lo argumentó el jefe de la Comisión que llegó con 15 patrullas al medio #23Ene— SNTP (@sntpvenezuela) January 24, 2019
Detenidos y deportados
Una convocatoria pública a participar en la vigilia en las inmediaciones del Palacio de Miraflores hecha por voceros del oficialismo dejó en una sola noche siete periodistas detenidos, cuatro de ellos extranjeros. Desde las 10 de la noche del 29 de enero hasta casi las 8 de la mañana del 30 de enero, los reporteros Maikel Yriarte de TV Venezuela y Ana Rodríguez de VPI TV estuvieron detenidos arbitrariamente, donde fueron sometidos a agresiones verbales y los obligaron a firmar un acta en la que se afirma que se garantizaron derechos básicos como la comunicación.
Representantes del Sntp y el encargado de negocios de la embajada de Chile en Venezuela, Roberto Araos tuvieron que presentarse en la puerta del Palacio para tratar de gestionar la liberación de los periodistas chilenos Rodrigo Pérez y Gonzalo Barahona, situación que fue denunciada directamente por el presidente de Chile, Sebastián Piñera. Cuando los liberaron ambos periodistas fueron deportados del país.
Mientras permanecían detenidos los reporteros chilenos y los venezolanos, otros dos periodistas franceses y su productor, Rolando Rodríguez, también estaban detenidos desde el mediodía del martes 29, sin que las autoridades informaran sus condiciones, la razón de su detención ni les permitieran comunicarse.
#AlertaSNTP | Dos periodistas de nuestro equipo fueron arrestados ayer en Venezuela. Estaban presentes para cubrir la crisis política. En este momento, es difícil decir más a riesgo de agravar su situación @Qofficiel https://t.co/l9XVUeeNiG
— SNTP (@sntpvenezuela) January 30, 2019
Durante las manifestaciones convocadas el 30 de enero por la oposición, en la Plaza Altamira desapareció el fotógrafo de la agencia de noticias EFE, Leonardo Muñoz, de quien se desconoce el paradero ni los cuerpos de seguridad que lo detuvieron, aunque el Sntp maneja información de que efectivamente fue detenido pero no se conoce detalles del sitio a donde fue trasladado.