Caída del consumo desplomó las ventas de 78% de la industria
La pérdida del poder adquisitivo de los venezolanos, producto de la hiperinflación, se ha mantenido en el último año como el principal aspecto que agobia a los industriales, pues ha contraído las ventas de las compañías una manera brutal
El sector manufacturero, pulmón de la economía por ser generador de bienes y empleos, trabaja hoy a solo 19% de su capacidad instalada, un número dramático y más si se compara con otros países de la región.
La industria argentina, pese a la crisis económica que enfrenta la nación, opera a 61%, la peruana a 63,7% y la colombiana a 81,2% de su capacidad, indicó Adán Celis Michelena, presidente de la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria), en la presentación de los resultados de la Encuesta de Coyuntura Industrial, realizada por el gremio, correspondiente al segundo trimestre de 2019.
La caída del consumo, consecuencia de la pérdida del poder adquisitivo de los venezolanos por la hiperinflación, se ha mantenido en el último año como el principal problema que agobia a los industriales. 78% de los consultados indicó que hubo una disminución en las ventas entre abril y junio de 2019. Hace un año, en el segundo trimestre de 2018, 49% de los empresarios reportó que la baja demanda nacional fue el primer factor restrictivo.
Michelena insistió en que para los industriales ha sido titánica la tarea de colocar productos en el mercado por la fuerte contracción de la demanda.
En efecto, la caída del poder de compra ha sido tan feroz en lo que va de año que ha desacelerado el ritmo de la hiperinflación, que hasta enero registró una tasa superior a 100% mensual por nueve meses consecutivos. En los últimos meses, el indicador de alza general de precios se ubicó por debajo de 50%. En marzo, la inflación fue de 18,1%, en abril de 44,7%, en mayo de 31,3%, en junio de 24,8% y en julio se situó en 33,8% debido, entre otros factores, al empobrecimiento de los venezolanos, de acuerdo con la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional (AN), instancia que ubica la contracción del consumo en 35% durante el primer semestre de 2019.
Después de la baja demanda nacional, otros factores que afectaron la fabricación de productos en el segundo trimestre del año fueron la incertidumbre en el escenario político e institucional, la precariedad de los servicios básicos (electricidad, agua, teléfono e Internet) y la falta tanto de financiamiento como de divisas.
La producción nacional sigue su tendencia a la baja, resultado de las medidas del gobierno sobre la economía nacional, la cual se contrajo 52,3% entre el tercer trimestre del 2013 y septiembre de 2018, según el Banco Central de Venezuela (BCV), una cifra que aumentó a 63,4% en el primer trimestre de 2019, de acuerdo con la AN.
Los resultados de la encuesta revelaron que en 80% de las compañías disminuyó la producción, una cifra alarmante según afirmó el líder gremial. Más de tres cuartas partes de la industria nacional (81%) realizó menos inversiones respecto al mismo período del año pasado. 41% de los encuestados indicó que no realizó algún tipo de inversiones, mientras que 55% reportó que únicamente destinaron recursos para la reposición de inventarios, mejoras operativas y de mantenimiento en sus empresas.
“Los industriales en Venezuela seguimos batallando y defendiendo los empleos. Las empresas son como un hijo más para los empresarios”, expresó Michelena.
64% de los encuestados dijo que no pudieron hacer importaciones y 81% respondió que no exportó.
Además, un 49% de los industriales indicó que presentó una fuga de talentos superior a 10% en este segundo trimestre de 2019.
En 1997, antes de que Chávez asumiera el poder, que fue en febrero de 1999, había 12.700 empresas privadas en Venezuela y cerca de 600.000 puestos de trabajo directos. Dos décadas de chavismo después, esos números se redujeron, respectivamente, a 2.500 y 200.000, por lo menos hasta el cuarto trimestre de 2018.
Con respecto al panorama futuro del país, en el ámbito económico, la tendencia refleja que 95% considera que la situación será peor o mucho peor en los próximos 12 meses.