Nos unimos o el hambre acabará con la familia venezolana, por Julio César Reyes
Inaguantable, preocupante, asfixiante, la situación social de los venezolanos, el hambre y su desesperanza golpea cruelmente a la familia Venezolana. Urge un acuerdo político que permita por lo menos la alimentación de los ciudadanos, nuestras amas de casa sufren y se desesperan ante la falta de alimentos para sus hijos, su familia, se les hace imposible poder comprar los alimentos, un kilo de arroz cuesta entre 17mil y 22mil bolívares, por ejemplo, con 40mil de sueldo ¿qué compran?
Hoy son más los ciudadanos que «comen» de la basura en Venezuela, mi esposa estuvo en Catia (29 de agosto de 2019) y compró estos 5 rubros: 2 kilos de arroz, 2 kilos de harinas de maíz y 1 mantequilla de 500gr. Me comentaba su asombro: “hay muchos negocios nuevos de ventas de alimentos y todos surtidos”, me dijo, “vi varias marcas de harina de maíz, arroz, cereales, pastas y alimentos para los más pequeños”, ya la modalidad de pago es igual ¡digo! si pagas en efectivo, débito o dólares, pero son pocos los ciudadanos que están comprando.
Los precios son muy elevados, la gente sólo observa desesperanzados las vidrieras, ni hablar de las carnicerías. Un kilo de carne está en 60 mil bolívares, el pollo en 40mil, las vidrieras parecen joyerías y los alimentos valiosas prendas que los más vulnerables no pueden acceder.
Por eso vemos como las esquinas y conteiner de basura se han vuelto comedores para los pobres. Pasar cerca de un basurero es mirar no sólo a una persona, incluso familias completas buscando algún desperdicio que les calme el hambre ¿no me cree? Pase por la casanova en caracas por ejemplo. El poder adquisitivo en Venezuela es de pobreza extrema, sólo 2$ mensuales que alcanza para 1 litro de aceite (en el mejor de los casos) sin meter el pasaje del transporte público que es otro calvario para la familia venezolana.
Tenemos que ponernos de acuerdo en lo inmediato ¡por La vida! Y la familia venezolana, mientras la política siga divorciada de los asuntos prioritarios de los ciudadanos será cada vez más cuesta arriba una salida política que beneficie a todos. No hay cálculo político posible, ni ambición personal o partidista, ni nada que pueda estar por encima de lo urgente y lo necesario, defender a nuestra familia del hambre. En la diatriba diaria de la política nacional esto debe ser la prioridad #EnDefensaDeLaFamilia