Industria textil «sepultada»: dos grandes empresas sobreviven de las 22 de hace 20 años
Nuevas medidas arancelarias podrían contribuir a la recuperación del sector textil venezolano. La industria opera a 30% de su capacidad instalada, pero de concretarse los cambios en materia impositiva, prevén que podrían llegar a 50% y 75%. Entre sus retos está la formación de su recurso humano y alcanzar niveles de exportación
La Asociación Textil Venezolana (ATV) aplaude la decisión del gobernante Nicolás Maduro de reindustrializar el país y afirma que está en la capacidad de atender las necesidades de producción en sus distintas áreas: agrícola con el algodón; textil para la tela de algodón y sus mezclas, telas planas y de punto; asimismo la confección de prendas de vestir. Sus representantes señalaron que los cambios en varias medidas económicas son necesarios para que la industria vuelva a tener la productividad que tuvo hace 20 años.
En un encuentro con los medios de comunicación social, sus representantes Marco Zarikian y Alejandro Chiavaroli, presidente y vicepresidente de la ATV, respectivamente, destacaron la importancia de las nuevas medidas arancelarias anunciadas recientemente que pechan las importaciones provenientes de India y China como el primer paso para el relanzamiento de la cadena textil venezolana.
El objetivo es recuperar una industria que en las últimas décadas del siglo XX alcanzó a generar más de 230 mil empleos, superando a la de alimentos, hoy quedan unos 25.000 trabajadores. En el año 1997 sus exportaciones alcanzaron los 90 millones de dólares y los productos llegaban a todas partes del mundo, mientras que en 2023 apenas llegan a $8 millones. Hoy muestran una situación precaria como sector, puesto que solo dos grandes industrias textiles sobreviven de las 22 que operaban hace 20 años.
«Queremos invitar a todos los sectores textiles para impulsar de nuevo a la industria. Necesitamos tener más conexiones con el Estado, con sus fuerzas, que nos ayuden a hacer las políticas necesarias para que esto se dé. Esas políticas no son regalar dinero, todo lo contario, nosotros creemos que van a generar enormes cantidades de ingresos para el Estado, ingresos para la industria e ingresos para la población», señaló Marco Zarikian.
Como principales medidas para arrancar las cadenas productivas la ATV ha propuesto en primer lugar que sean pechadas las importaciones de productos que pueden producirse en el país. En segundo lugar, que el Estado, a lo largo del año, haga las compras nacionales para abastecer sus programas como los de dotación escolar y militar. Esto, a juicio del gremio, ayudaría a crear una base productiva.
Actualmente, la agricultura del sector está trabajando al 20%, la producción de telas en general entre 30% y 35%, mientras que la confección trabaja al 25% en comparación al 2022. «Esta es la dramática situación que vive una industria prácticamente sepultada», afirmó Zarikian.
«Alrededor de 300 empresas de la confección han mermado su capacidad operativa, debido a las sanciones, y eso es precisamente lo que hay que reconstruir. Para que nosotros podamos ser una solución integral como cadena para diversificar la economía del país, tenemos que recuperar la industria», explicó Alejandro Chiavaroli.
Agregó que «el Gobierno volteó la mirada hacia el sector y podemos incrementar nuestras capacidades productivas, por lo menos, hasta 50% o 75%. En el año 1977, la industria textil aportada el 13,77% al Producto Interno Bruto».
La industria textil nacional tiene una capacidad instalada para fabricar 2 millones de metros de tela mensuales, por lo que los aranceles compensarán parcialmente los efectos de los subsidios extranjeros y les permitirá competir en igualdad de condiciones.
De cara a ser un factor importante en la diversificación económica, Chiavaroli hizo énfasis que entre los retos está la formación de sus colaboradores por que lo que deben «invertir en un recurso humano necesario para que otra vez podamos aumentar las capacidades instaladas. Un recurso que hoy en día es una limitante en la parte técnica».
Además, «los procesos productivos, si queremos exportarlos, hay que certificarlos, porque no solamente tenemos que cubrir una demanda nacional, tenemos que ir hasta allá. Tenemos que ir hacia las fronteras y traer divisas», apuntó Chiavaroli.
Los representantes de la ATV informaron que han tenido reuniones de carácter técnico con el Ejecutivo en las que se han discutido los diferentes aranceles para las distintas prendas y rubros. Se han hecho estudios para demostrar la capacidad productiva del país antes de poner ningún tipo de arancel.
«Los entes del Estado fueron a inspeccionar nuestras capacidades productivas. Tomaron las decisiones de los de los aranceles para las importaciones. Nosotros estimamos un 26% para las telas que se producen en el país y cero para las que no se producen. Asimismo, 40% para la confección, al igual que lo tienen Colombia y Ecuador», informó Zarikian.
En los próximos días los presentantes de la ATV esperan reunirse con la Vicepresidenta de la República, Delcy Rodríguez.
Con información de Brian Contreras
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