Inició la carrera, por Leonardo Regnault
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Inició la carrera y vemos a distintos actores intentando participar, queriendo darlo todo por poder estar en ella y conquistar la meta; algunos con suficiente preparación para la extenuante actividad, otros con pocas posibilidades, pero con las ganas de arrojarse con todo por alcanzarlo; algunos haciendo idioteces y otros desdeñando a todos los que están compitiendo. Hay quienes pregonan su predestinación para lograr la victoria. Otros se embarcan para seguir recibiendo los incentivos de los gobernantes. Eso sí, todos con el derecho de luchar para vencer.
Esa competición aún no goza del suficiente respaldo por parte de los afectados, incluso muchos dicen que la disputa ya está amañada y que no existe forma de arrebatarle la titularidad a quien la ostenta, por lo que no valdría la pena participar. Hay quienes acusan a los retadores de pensar únicamente en sus intereses y que no lo hacen por lograr la victoria, sino para lucrarse de forma personal o peor aún para mantener en su posición al actual titular.
Aunque todos estén en su derecho de participar para alcanzar la victoria, deben someterse a las preliminares que permitirán escoger al más calificado para obtener el triunfo que desde hace mucho esperamos. Cumplido este importante requisito debe quedar expresamente manifiesta la unidad, que se convertirá en fuerza para recorrer todos los rincones del país y crear un bloque sólido de cambio; ya que la dispersión traería como consecuencia la continuación de la terrible situación de destrucción del alma nacional.
La pregunta es: ¿debe ser la «más aguerrida» ?; ¿el que ha llegado más cerca de ser el titular ?; ¿el que tuvo en sus manos la mejor posición para enfrentarse?; ¿el que está apoyado por el más veterano?; ¿el que ostenta un título similar en una categoría menor?; ¿el que varias veces ocupó la posición en una categoría menor y que no la volvió a ostentar por culpa de la división?; ¿el que ha estado en todos los equipos, pero fundó uno propio para poder ser el único que dispute todas las competencias, en todas las categorías?
Yo respondería que el que vaya a participar en la carrera, si de verdad quiere triunfar y otorgarles esa victoria a todos, primero tendría que pensar si realmente tiene la determinación necesaria para empresa tan mayúscula.
Abordemos la situación con franqueza, quienes pretenden ser candidatos presidenciales para derrotar a Maduro, no pueden solo pensar en sus virtudes, sino tomar en cuenta la de los otros y no menospreciarlos porque la labor es muy ardua y difícil. El ganador debe ser capaz de construir un consenso lo suficientemente robusto que abarque a la mayoría deseosa de cambiar lo establecido, y para ello es preciso contar con la mayor cantidad de liderazgos.
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Para esa la elección presidencial, en la cual enfrentaremos a un inescrupuloso régimen, debemos tener a una persona que pueda encargarse de sortear la transición y tratar de adecentar las instituciones para que eso nos permita llegar a un cierto clima de normalidad; ese candidato debe tener las virtudes suficientes para alcanzar lo que realmente aspiramos.
Soy un convencido de que existe una persona que cumple con esos requisitos y en su momento saldremos a respaldarlo, sin embargo, con el reglamento elaborado para las elecciones primarias nos corresponde a todos escoger a quien pueda con mayor posibilidad derrotar a Maduro y su combo y con ello iniciar la instauración de un gobierno para todos; en el que la mayoría se sienta representada y la minoría sea respetada.
Un gobierno en donde exista un camino hacia un futuro de desarrollo, progreso, dignidad y por sobre todas las cosas paz y alegría para todos los venezolanos. Tenemos una gran oportunidad, no la desperdiciemos.
Leonardo Regnault es político e ingeniero civil
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