Intereses grupales, dispersión del voto y abstención activaron derrota en municipios
El deslave opositor en los recientes comicios es elocuente: solo lograron 12.5% de las cámaras municipales que conquistaron en 2013. Dirigentes de Soluciones y Cambiemos aseguran que si hubo alianzas locales
La derrota opositora en las elecciones municipales del 9 de diciembre no tiene un responsable único, pero sí es atribuible a diversos factores. El saldo es que pierden los ciudadanos, se afianza el centralismo y los adversarios de la revolución siguen sin interpretar el momento sociopolítico que atraviesa el país.
El director de Delphos, Félix Seijas Rodríguez, sostuvo que en los recientes comicios hubo una radiografía de lo que ocurre: Una oposición que no termina de entender que dividida no va a ningún lado.
“No asumen que ganar cualquier espacio en solitario no es más que un respirito momentáneo. Hubo sorberbia, no supieron manejar los intereses de grupo que se sobrepusieron a los del país. Al final tenemos un resultado que golpea más la poca confianza de los venezolanos. Ahora, como en un divorcio, las responsabilidades son compartidas, no puede atribuirse a un solo sector de la oposición. Sin embargo, hubo muchos sitios donde peligra la mayoría opositora en los concejos municipales y en algunos casos se les advirtió, como en Baruta, pero igual no hubo acuerdos”, indicó.
El deslave opositor en los recientes comicios es elocuente: solo lograron 12.5% de las cámaras municipales que conquistaron en 2013. Esto implica que de 80 concejos municipales, se quedaron con 10, 2 nuevas cámaras y 8 que pudieron retener.
Sobre la dispersión del voto opositor el 9-D, el politólogo Fernando Spiritto dijo que los actores políticos tienden a maximizar sus intereses por encima del bienestar y el bien común, situación que identifica en los antiguos partidos de la MUD.
“Al interior de los partidos, cada dirigente tiene intereses concretos y clientela propia a la que hay que darle incentivo. Ese interés reducido hace que lo local tenga prioridad sobre los intereses del país. Lo micro es lo que implica esa desunión y la conducta aparentemente irracional de los partidos de la oposición”, argumentó.
Añadió que, desde 2015, no hay consenso entre los partidos de oposición y el 9D se evidenció que los intereses parroquiales privaron sobre los del país, “pese a que el objetivo es derrocar al autoritarismo”.
Ricardo Dao, miembro de la dirección nacional del partido Soluciones y secretario general del partido en Carabobo, admite que los votos opositores se dispersaron, pero afirma que “el llamado a la abstención fue dramático. Fue un gran error de la oposición no participar en el proceso. No entendemos el principio de algunos de tratar de dividir y sembrar el odio entre amigos cuando Venezuela está complicada y avanza el totalitarismo; unidos somos más”.
Aseguró que su partido, fundado por Claudio Fermín y legalizado recientemente por el CNE, logró presentar su tarjeta y su proyecto local y para Venezuela. Añadió que “se configuraron alianzas en varios municipios y se le dio la oportunidad a los independientes y los trabajadores de participar, ninguna autoridad del partido fue postulada para la elección a concejales”.
Dao insistió en que dentro de la oposición hay mucha mezquindad que calificó como inútil. “Nuestro discurso es de unidad a pesar de que se nos ha acusado de ayudar al Gobierno”.
Por su parte, el diputado José Antonio España, miembro del partido Cambiemos, argumenta que pese a la abstención registrada en la elección de los concejales se evidenció que «hubo una recuperación del voto, especialmente en relación con los comicios presidenciales del 20 de mayo y hubo más respeto entre quienes votaron y quienes no. Eso es muy positivo para fortalecer la democracia y se abrió la posibilidad de un diálogo y un reencuentro en el país».
España cree que no es imputable la derrota a la falta de acuerdos. Añadió que Cambiemos, organización creada por el diputado Timoteo Zambrano, «logró alianzas políticas y coaliciones en varios estados del país, por lo menos en 18, en alianza con la concertación por el cambio y alianzas parciales».
Se acabó la hegemonía
En Baruta, municipio tradicionalmente opositor, los adversarios de Nicolás Maduro debieron quedarse con solo 2 de 11 concejales, con lo cual la mayoría fue a parar a la alianza revolucionaria. En esa jurisdicción se dividieron los votos opositores: 16.320 electores sufragaron por la alianza del Movimiento Ecológico, P.A.P. y La Fuerza del Cambio , en tanto 11.065 votaron por la alianza de Copei, MAS y Avanzada Progresista. El PSUV obtuvo 18.207 votos.
«La abstención en Baruta, como en todo el país, era esperable; eso no tiene que sorprender a nadie. Lo que sorprende es que sabiendo esto se vaya dividido», afirmó el director de Delphos, Félix Seijas Rodríguez.
Indicó que además los electores se movilizan menos que para las presidenciales, pero además la mayoría desconoce exactamente qué es un alcalde y cómo se conforma una cámara municipal.
“En muchos sitios del país se conoce más a la comuna que a la cámara municipal. Otro aspecto clave es el ambiente del país y la falta de confianza en el CNE que es promovida por el mismo ente rector, que no hizo una campaña institucional importante, pero también favorecida por agentes opositores. A esto se suma que la dirigencia opositora ha perdido el poder de convocatoria, que los principales partidos no participaron el 9 de diciembre y no hubo una campaña paraguas de la oposición”, expresó.
Fernando Spiritto subrayó que con los resultados del 9D «pierden los electores que se quedan sin representación municipal, se incrementa el riesgo de inhabilitar a los pocos alcaldes opositores que queda y se acentúa el centralismo».