Intolerancia, por Simón Boccanegra
En el discurso de la lumpia Hugo también hizo referencia a que tenía el bate de Sammy Sosa para sacar de circulación la Ley de Educación, que ya fue aprobada en primera discusión en la Asamblea Nacional. Esta fue otra insólita muestra de que ese día se le habían volado los fusibles. Una ley consensual, surgida del Parlamento dominado por su partido, cuya elaboración contó con la participación protagónica de la sociedad civil, convocada y respetada por la propia Asamblea y conducido el debate por un parlamentario del MVR, el Presidente pretende echársela al pico. Una demostración más crasa de abuso de poder, de irrespeto por la opinión de los demás, ni siquiera de la disidente -que ya sería grave-, es difícil de conseguir. Si Hugo pasara de las palabras a los hechos (cosa que en su caso por lo general no es así), puede tener la seguridad de que se va a comprar un conflicto completamente innecesario y de una magnitud que lo va a dejar turulato. Este minicronista le aconseja lo mismo que él se permitió aconsejarle a Bush: prudencia. Recuerde que la última vez que quiso lanzar un misil lo que le salió fue un chorrito de pus: el referéndum sindical.