Irrespeto a las FAN, por Teodoro Petkoff
El Presidente «aconsejó» a la oposición que rece por su triunfo (el de él) en 2012 porque de lo contrario los militares se van a alzar. «Ellos (es decir, la oposición) tratarían de echar de la Fuerza Armada a todos los que apoyan a Chávez y se les alzarán los militares». Se lee y no se puede creer que Chacumbele haya sido capaz de tamaño exabrupto. Al chantaje tradicional que hace a los pobres, asegurándoles que si la oposición gana van a ser eliminadas las «misiones», se une éste, dirigido ahora a los militares. Yo-El-Supremo realmente está perdiendo la brújula. Sus palabras trasudan un absoluto desprecio por el pueblo –y ahora por los militares–. Es la idea de que los demás son débiles mentales o tontos, a los cuales se puede manipular de modo tan burdo.
De entrada, hay una total falta de respeto por la Fuerza Armada como institución y por cada militar en tanto que persona y ciudadano. Atribuye a cada militar su propia condición. Se proyecta él en los militares. En el último medio siglo el único militar que se ha alzado contra un gobierno democráticamente elegido ha sido precisamente Chacumbele.
De manera que ahora nos amenaza con dirigir un nuevo golpe contra un veredicto popular. Porque obviamente, ¿cómo se alzarían los militares si su comandante en jefe no se los ordena? Chacumbele es quien seguramente se pasea por la posibilidad de esa felonía. Pero se equivoca. Es bien probable que corra la misma suerte de Pinochet, cuando instó a la Fuerza Armada chilena a desconocer el resultado electoral que lo sacó de la presidencia y a Chile de la dictadura. En este caso, la respuesta fue rotundamente negativa. «Tendríamos que matar a medio Chile».
Chacumbele tiene que estar ya bastante nervioso por la perspectiva de una derrota electoral en 2012. Apelar a una jugada tan torpe no habla precisamente de alguien que se siente seguro. Este mensaje va a ser repetido una y mil veces de aquí a esa fecha, tratando de que la mentira repetida hasta el infinito termine por volverse verdad. Otra vez se equivoca. Un nuevo gobierno dará a la FAN el trato institucional que Chacumbele no ha sido capaz de darle. Todo se regirá por la Constitución y la Ley y nadie tiene porqué temer arbitrariedades ni abusos. Por otro lado, una Fuerza Armada que ha tolerado disciplinadamente once años de dislates de toda índole por parte de Chacumbele, precisamente por respetar su condición de Presidente democráticamente elegido, ¿por qué razón habría de ignorar un resultado electoral de 2012, tan democrático como el de 2006, pero que esta vez consagre la alternabilidad republicana en el poder? ¿Por qué ofende a la FAN de esta manera? Por otra parte, ¿cómo se atreve el Presidente a dividir a la FAN entre oficiales que apoyan a Chávez y los que, implícitamente, no lo harían? ¿Será necesario recordarle nuevamente el texto constitucional, que establece el carácter no partidista de la FAN y su subordinación a los intereses nacionales y «en ningún caso a los de persona alguna»? ¿Es acaso la FAN una montonera donde no existen vínculos institucionales entre sus integrantes sino la obediencia a un caudillo que la maneja a su antojo?