Isaías arrimó una pa’l mingo, por Simón Boccanegra

Ni este minicronista ni el editorialista del diario han escatimado críticas al comportamiento de Isaías Rodríguez, pero hoy quiero hacerle un reconocimiento. Isaías se ha quejado del exabrupto que significa la reforma del Código Penal, surgida de esa cumbre del pensamiento jurídico que es Iris Varela, acompañada por el combo de “humanistas” del MVR, banda que concibe el ejercicio del poder como una vendetta. Isaías ha reprochado el monstruoso salto atrás que significa esa mamarrachada parida por la Asamblea macarthista. Ha señalado que va a contracorriente de la moderna ciencia penal e implícitamente ha dejado claro que los autores de ese adefesio son unos ignorantes. Como será, pues, esa plasta que Isaías se sintió obligado, jurista al fin, a protestar. Pero Isaías es el Fiscal General, no sólo un analista jurídico o un académico.
Los conceptos que ha emitido lo comprometen a actuar. Quisiera suponer que el Fiscal General, desde la autoridad de su cargo, solicitará de la Sala Constitucional la anulación de esa reforma, tan infame y brutal como la miserable lista de Adolfo Tascón. Está comprometido a poner actos en correspondencia con sus palabras.