Jacob Zuma dimitirá a la presidencia de Sudáfrica tras perder apoyo del CNA

El presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, está entre la espada y la pared. Se espera que este miércoles presente su dimisión al cargo luego de las investigaciones realizadas en las que se podría acusar de tráfico de influencias y desvío de fondos públicos. Sin embargo, oficialmente no se conoce que vaya a hablar al respecto
Sudáfrica esperaba este miércoles 14 de febrero con impaciencia una declaración pública del presidente Jacob Zuma, en respuesta al pedido de renuncia formulado por su propio partido, el Congreso Nacional Africano (ANC).
Mientras los medios se hacían eco de rumores sobre una posible declaración de Zuma durante la mañana desde su oficina de Union Buildings en Pretoria, la presidencia barría con todas las versiones extraoficiales al asegurar que no está prevista ninguna intervención.
Con el país pendiente de que Zuma aclare su futuro, la policía allanó el miércoles en la mañana la casa en Johannesburgo de la polémica familia Gupta, en el centro de los escándalos que involucran al presidente.
El operativo se realizó en el marco de las investigaciones sobre el supuesto tráfico de influencias y desvío de fondos públicos de un grupo de empresarios muy cercanos al presidente Zuma.
Después de varias semanas de fallidas negociaciones con Zuma, que hundieron al país en una importante crisis política, la dirección del ANC decidió el martes exigirle que deje el poder lo antes posible.
Cyril Ramaphosa, que asumió en diciembre el liderazgo del ANC, busca la salida de Zuma, salpicado en varios casos de corrupción, con el fin de evitar una catástrofe electoral en las elecciones generales de 2019.
La orden para que Zuma renuncie fue recibida en Sudáfrica con alivio. Pero, a falta de que se le impusiera cronograma, se especula que el jefe de Estado ignore estos llamados a dimitir.
En principio, el mandatario sudafricano no tienen ninguna obligación constitucional a respetar la decisión del NEC. Pero, si se niega a acatar la orden de su partido, la ANC puede entonces presentar una moción de censura ante el Parlamento para removerlo del poder.
Ace Magashule afirmó como secretario general del ANC que Zuma «aceptó el principio retirarse» pero con la condición de que sea en un plazo de tres a seis meses, algo que el partido rechazó.
«Nosotros no le pusimos ninguna fecha límite» pero «sé que el presidente va a responder mañana» miércoles, dijo Magashule, en una conferencia de prensa el martes en Johannesburgo.
Jacob Zuma se ha mantenido en silencio desde hace varios días.
Algunos analistas señalan que si bien Zuma parece estar en un túnel sin salida también advierten que hay que ser cautelosos, pues hasta ahora ha demostrado una gran capacidad de salir a flote en esta larga crisis política.
«La decisión del ANC ha firmado su sentencia de muerte», señaló Ben Payton, un analista de la firma Maplecroft. «No tiene escapatoria posible (…). Si se niega a renunciar, se verá obligado a partir por una moción de censura que seguramente perderá».
El lunes en la noche se mantuvo en su postura negado a dimitir, cuando Cyril Ramaphosa fue personalmente a su residencia en Pretoria para rogarle que renunciara como la salida más digna.
Con información de AFP
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