Justicia arrinconada, por Teodoro Petkoff

Manuel Quijada ha decidido no callar. Habló para TalCual. Tras salir de la Dirección Ejecutiva de la Magistratura (DEM), sin decirlo explícitamente, pinta un cuadro dramático de la nueva corrupción judicial, que se solapa con la vieja. En dos platos, Quijada señala que el tribunal supremo de justicia, en manos de iván rincón y otros empleados de Tobías Carrero, está adelantando, con un descaro inaudito, un operativo de creación de nuevas tribus judiciales. Despojados de su poder los antiguos caciques judiciales, emergen los nuevos vagabundos y sinvergüenzas que harán de la justicia el mismo potrero de antes, pero con nuevos gañanes. El operativo comenzó por atar las manos a la DEM. Este organismo, de acuerdo al artículo 267 de la Constitución, debe ejercer el gobierno, control y administración del Poder Judicial, como órgano del tribunal supremo de justicia. ¿Qué hizo la tribu de rincón? Creó otro organismo, una tal Comisión Judicial, no prevista en la Constitución e integrada por un grupo de «magistrados» del tsj (se despachan y se dan el vuelto), que despoja de sus atribuciones a la DEM. Este organismo no pudo continuar designando jueces. La facultad pasó a la Comisión Judicial, del gang rincón. Quijada señala que las designaciones se hacen ya sin siquiera cubrir las formas. Las consultas a la comunidad son obviadas. De 376 jueces designados apenas 72 han sido publicados en listas para el público. Peor aún, en una de las pocas ocasiones en que se publicó una lista, en Monagas, todos sus integrantes fueron objetados y aun así fueron designados. La DEM se convirtió, en palabras de Manuel Quijada, en una oficina de pago de sueldos y de alquileres. Pero es que la propia DEM estaba condenada al fracaso, aun si rincón y su combo no la hubieran anulado. Según Quijada, ese organismo colegiado, de tres miembros, tenía profundas discrepancias internas. «Eran tres criterios distintos», señala el renunciante. Habría que recordar que uno de los integrantes del organismo era también un abogado de Tobías Carrero, de manera que no debe extrañar que se produjeran controversias en su seno. Quijada tenía que saber que eso no iba para ninguna parte.
Cuando se vivía la euforia de los cambios y reformas, el país se ilusionó con la posibilidad de que el Poder Judicial fuera adecentado, produciendo un gran revolcón en su seno. Hoy, el principal impulsor de ese cambio, renuncia, desencantado. En sus propias narices, desde el tsj, donde «hay muy buenos juristas… pero también existen quienes pretenden dominar el Poder Judicial» (Quijada lo dijo), se lleva adelante un veloz proceso de corrupción quintorepublicana. Y pensar que esta gente pretende que nos la calemos durante los doce años para los que fueron elegidos. Para colmo, poco puede esperarse de los partidos que dominan la Asamblea Nacional. En ellos se mueven ágilmente algunos personajes que participan, conjuntamente con el gang rincón, en los palos a la piñata judicial. Mucho sería de temer que si la AN abre alguna investigación sobre lo que Manuel Quijada ha revelado, quien termine sancionado sea él mismo. La siembra de vientos continúa aceleradamente.