La banca en Venezuela ya no puede con tantos ceros
El sector bancario tiene problemas para cumplir con su intermediación financiera, para mantener un resultado positivo en sus balances y para aumentar las inversiones, pero ahora debe lidiar con las debilidades de su plataforma tecnológica ante la escasez de efectivo y la hiperinflación.
«Debo pagar un compresor para la nevera que cuesta 400 millones de bolívares y el banco no me deja transferir el monto completo. Ahora tengo que pagarlo por parte durante varios días para que me pueden dar el equipo, y bueno, mientras, no podré comprar comida», dice Estella González, consultora jurídica de 43 años.
Como ella, son muchos los venezolanos que se quejan de la imposibilidad de hacer transferencias electrónicas a través de las entidades cuando se trata de montos muy elevados. La banca ha tenido que colocar límites diarios debido a que aún no han podido adecuar su sistemas para contabilizar la cantidad de ceros con el que se maneja el bolívar en la actualidad.
El proceso hiperinflacionario que vive el país con una tasa anualizada que alcanza 26.762,9% al mes de mayo, según cálculos de la Asamblea Nacional, ha hecho que nuevamente el gobierno tome la decisión de aplicar una reconversión monetaria apenas 10 años después de la anterior.
En Venezuela, los precios se están duplicando en promedio cada mes y algunos rubros hasta cada 15 días, cuando hace un año este incremento se observaba cada ocho meses
Esto significa que la exigencia por parte del usuario del servicio bancario para realizar pagos vía transferencias sea cada vez mayor, pero la velocidad de la adecuación de la plataforma tecnológica a nivel del sistema de información no sea la misma que la del alza de los precios en el país.
«Obviamente las plataformas tecnológicas de los bancos están limitadas; a mayor volumen de operaciones financieras mayores riesgos operativos asociados», señala el analista financiero Leonardo Buniak
Explica que es probable que una entidad bancaria permita en el día un monto máximo de transferencias, pero la plataforma tecnológica permite hacerlo en tres o cuatro partes porque es el tope en el que está diseñado y adecuado el sistema de información gerencial de transferencias electrónicas.
Sin embargo, las instituciones financieras han ido aumentado de manera permanente los montos máximos para este tipo de operaciones, al igual que los topes diarios para pagar con tarjetas de débito. Las cifras varían en cada banco y hasta la fecha oscilan entre Bs 300 millones y Bs 10.000 millones para transferencias por internet, ya sea a cuentas de terceros en el mismo banco o hacia otra entidad.
Bancos como el BOD establecen topes de hasta Bs 3.000 millones si la transferencia es hacia otra entidad, Banesco en Bs 2.500 millones y el estatal Banfanb en Bs 2.000 millones. Mientras que Bancaribe, Exterior, Mercantil, Plaza y el Bicentenario es de Bs 1.000 millones.
«Para poder modificar los topes se requiere de un proceso de adecuación y calibraje de programación que no se puede hacer en días, requiere tiempo, pruebas e inversión de dinero para la adquisición de equipos. Es un tema de capacidad operativa de la banca que frente al proceso hiperinflacionario cada vez está limitando. Así como está limitada su plataforma electrónica, también los está su capacidad para prestar, para financiar. Esto es un círculo vicioso del perro que se muerde la cola», señala Buniak.
A la espera de la reconversión
El Gobierno anunció que a partir del próximo 4 de agosto se le eliminarán tres ceros al bolívar y se adoptará un cono monetario con nuevas monedas de Bs 1,00 y Bs 0,50, así como billetes de Bs 2, Bs 5, Bs 20, Bs 50, Bs 100, Bs 200 y Bs 500. Inmediatamente los precios de los bienes y servicios se ajustarán en la misma magnitud.
Esta medida podrá resolver los problemas que representan para los sistemas informáticos y para las transacciones diarias no solo de la banca, sino también de otros sectores de la economía, los cuales procesan también cifras con una gran cantidad de dígitos.
Pero la mayoría de los comercios no pueden procesar ventas mayores a Bs 20 millones, debido a que sus sistemas informáticos no están preparados para montos más elevados.
Buniak recalca que a las entidades financieras no pueden trasladar las altas cifras a su contabilidad al tratarse igualmente de un sistema contable informático, «es un problema de los procesos de programación y de soporte del volumen de transacciones. Reitero que la capacidad operativa de la banca para responder en estos momentos, no va a la par de la hiperinflación».
La cantidad de dinero que existe en la calle es de tal magnitud que la liquidez llegó a cifras nunca antes vistas en el país. Las estadísticas del Banco Central de Venezuela (BCV) indican que al cierre de la semana del 15 de junio de 2018, la liquidez monetaria cerró en 1 billardo 467 billones 722 mil 657 millones de bolívares. Un monto difícil de procesar si se colocan todos los demás ceros que faltan.
Recuerda Buniak que los bancos no cuentan con los recursos suficientes para importar equipos y programas necesarios para la actualización y adecuación de sus sistemas informáticos.
«La posesión en moneda extranjera de la banca cada vez es menor porque la economía ya no produce dólares y el BCV no está entregando divisas. La banca no está recibiendo dólares para hacer las inversiones en su plataforma, en tecnología y en equipos», dijo.
Aunque la reconversión monetaria ayude a simplificar los procesos, la banca deberá ejecutar importantes inversiones para ejecutar los cambios de sus distintos programas de computación que contemple toda la base de datos que reflejen montos en bolívares, así como de sus reportes internos y externos (reguladores y clientes) que muestren cifras en moneda nacional. Habrá que esperar si cuenta con los recursos necesarios para ello o si se requerirá otra prorroga para la reconversión.