La boliburguesía entrampada en Antigua

La verdad es que llama mucho la atención el silencio espeso que rodea la quiebra del Stanford Bank… en Antigua. El de aquí, intervenido por la Superintendencia de Bancos a solicitud de su propia directiva, parece no presentar mayores problemas para quienes tienen allí sus depósitos en bolívares.
Donde sí hay líos, y de los gordos, es con los depósitos en dólares en la sede del Stanford en la isla inglesa de Antigua. Me refiero a los depósitos provenientes de Venezuela. Se ha hablado de que en Antigua habría unos 3 mil millones de dólares de depositantes venezolanos. ¿Quiénes son esos depositantes?
Rueda la conseja de que más de la mitad de esa plata proviene de boliburgueses, es decir, de los vivianes que han hecho un platal en negocios sucios con la administración pública. ¿Será por eso que del tema casi no se habla? Una de las excrecencias del régimen la constituye la burguesía bolivariana; ese segmento social del cual aparecieron como emblemáticas figuras las juzgadas y condenadas en Miami por violación, ya se sabe, de leyes estadounidenses, sin que las autoridades de nuestro país se hayan dado por enteradas de la violación de las leyes venezolanas en que incurrieron esos prohombres de las fortunas alkaseltzer.
Por este lado, sus delitos permanecen impunes. Pues bien, mucha gente de esta capa neoburguesa, tanto en su vertiente de gente de negocios (sucios) como en la de «¿cuanto hay pa’ eso?», es la que impulsada por la codicia, dio su contribución a la revolución sacando dólares de aquí, para ponerlos a buen recaudo así lo creyeron en Stanford Bank de Antigua. El moscardón de una preguntica me ronda la cabeza: ¿cuántos de esos dólares habrían sido adquiridos a la tasa oficial de 2,15 bolívares por verdín gringo?
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