La candidatura de Libertador, por Simón Boccanegra
El joven Antonio Ecarri, seguramente atendiendo al reclamo de multiples sectores, renunció a su candidatura a la Alcaldía de Libertador, lanzada, en mal momento, para chocar con la candidatura unitaria (porque es la de la MUD) de Ismael Garcia. Hay que celebrar tal actitud de Ecarri.
Pero, de él se puede decir que si no la pone a la entrada, lo hace a la salida. El gesto fue manchado por los comentarios que hizo posteriormente, que fueron del tipo «sí, pero no». Ecarri renunció, cierto es, pero diciendo que lo hacía «para no contribuir a la derrota de la oposición en el municipio Libertador». Fea manera, hay que decirlo, de zafarse del lío donde él mismo se metió. Y luego ha divulgado urbi et orbi que Ismael García no ganará. Se supone que Ecarri es miembro de un partido que hace parte de la MUD y que por tanto tendría que ser solidario, independientemente de su opinión personal, con las decisiones que ha tomado este organismo y con este su propio partido.
No lo ha sido y este minicronista no puede evitar pensar que la misma intención que lo movió a lanzar su candidatura sigue vivita y coleando. Las patas se le ven al caballo. Ecarri se abrió por peteneras y mantiene el plan de dañar la candidatura unitaria, pero ahora declarativamente. No pierde ocasión de criticar la decisión unitaria que hizo de Ismael García el candidato, así como al propio candidato. El esfuerzo unitario de la MUD, que no debe agotarse en lo electoral, sólo puede sostenerse sobre la base de la confianza entre sus integrantes. Es la confianza lo que hace posible la unidad. Y a la unidad la hace posible el respeto a las decisiones tomadas conjuntamente. Un poquito de humildad nunca hace daño.