La Constituyente de “paz” no ha derrotado el hambre y el derramamiento de sangre
Hoy cuando el “paquetazo” económico de Nicolás Maduro se va esbozando, la ANC está presta para dar su aval de nuevo a las políticas del Gobierno, con liberación de presos políticos mediante
Autor: Ascensión Reyes R.
Literalmente en julio de 2017 en Venezuela, la Constituyente fue impuesta a sangre y fuego. En la víspera de ese domingo 30 de julio, fecha pautada para la elección de los integrantes de impuesta asamblea, los habitantes de la Gran Caracas vivieron horas de terror. En Montalbán II se produjeron allanamientos masivos ilegales, mientras que en El Paraíso y La Candelaria también sufrieron los rigores de la represión.
En la madrugada del domingo los tiroteos en la zona suroeste de Caracas eran innumerables. Las detonaciones se oían en La Quebradita, una zona popular, y en el Puente 9 de Diciembre, en El Paraíso, se acantonaron los funcionarios de la GNB y su sucursal del Conas para repelar a la “resistencia” de las Residencias Paraíso, mejor conocida como Los Verdes.
Ya a las 3:19 pm se registraban once muertos en el país. Cinco en Táchira, entre ellos un menor de edad de 13 años -además de 400 heridos-; tres en Mérida; dos en Barquisimeto y uno en el estado Sucre. Siete fueron confirmados por el Ministerio Público. Y a las 5:44 pm se registraba el deceso de otra persona.
Mientras se sucedían los hechos de violencia, el ministro de Defensa, general Vladimir Padrino López, aseguraba que el país se encontraba en completa normalidad
El nivel de represión superó los registrados en los meses anteriores. Lo que obligó a la Mesa de la Unidad Democrática a suspender la concentración que realizaría en la autopista Francisco Fajardo a la altura de Los Ruices. Ninguna de las movilizaciones previstas en seis puntos pudo salir debido a la acción de “contención” que hicieron militares y policías. La protesta mutó en un trancazo.
Como otras veces, ni los centros de salud se salvaron de la violencia de los organismos de seguridad del Estado. La Clínica Metropolitana tuvo que colocar en el techo una bandera de la Cruz Roja para tratar de parar el feroz ataque de perdigones y bombas lacrimógenas.
El hambre no da tregua
Si la violencia política se reflejaba en cada rincón del país, en contraste en los centros de votación lo que reinaba era la paz, pero debido a la escasez de electores. A las 3:00 pm la MUD calculaba que el nivel de participación era aproximadamente 7% del padrón electoral, no llegaba a un millón quinientas mil personas. Mientras, los dirigentes sindicales aseguraban que 90% de los empleados públicos no fue a votar.
A través de las redes sociales y otros medios, se recibían las denuncias de cómo el oficialismo iba hasta las casas de los trabajadores para obligarlos a ir a sufragar. Solo en el Poliedro de Caracas, donde se instaló un centro de contingencia, se observó una multitud. Muchas de las personas las llevaron en autobuses al sitio y si no se bajaban del vehículo les quitaban las cédulas de identidad, que les eran regresadas con la constancia del voto.
La jornada electoral de la Constituyente terminó con 16 personas asesinadas. Y con el dudoso triunfo de haber obtenido más de 8.000.000 de votos.
El presidente Nicolás Maduro y, por supuesto, los constituyentes, se jactan de haber logrado la paz en el país, cuando en realidad está lejos de ser un logro. En esta batalla diaria, el hambre no da tregua. De acuerdo con el Observatorio Venezolano de Conflictividad, en el primer semestre de este año se produjeron 5.315 manifestaciones, en promedio 30 diarias, y 8 de cada 10 tienen que ver con reclamos de derechos sociales.
Si bien algunos califican estas protestas de baja intensidad, no están exentas de víctimas fatales. En los primeros seis meses del año Provea contabilizó 15 personas asesinadas durante protestas, entre ellos dos menores de edad. También, este periodo arrastra su secuela de detenidos. Provea los denomina presos políticos del hambre y en enero contabilizaron más de 700 aprehensiones por mostrar su hambre en público.
Los “logros”
A un año de su instalación, la ANC cuenta entre sus haberes la aprobación de 10 normas, varias de las cuales llaman “leyes constituyentes o constitucionales”, pero de acuerdo con abogados constitucionalistas esa denominación es un disparate y aclaran que ese tipo de ley no existe en la Constitución.
A saber son: Decreto de convocatoria al Diálogo Constituyente de Economía Productiva y Diversificada; Ley Constituyente que crea el Conglomerado de Agrosur; Ley Constituyente de Precios Acordados; Ley Constituyente sobre la Creación de la Unidad Tributaria Sancionatoria; Ley Constitucional del Régimen Tributario para el Desarrollo Soberano del Arco Minero, Ley Constitucional para la Inversión Extranjera Productiva; Ley Constitucional contra la Guerra Económica para la Racionalidad y Uniformidad en la Adquisición de Bienes y Obras Públicas; Ley Constitucional del Comité Local de Abastecimiento y Producción; Ley Constitucional de los Consejos de Producción de Trabajo y Decreto Constitucional sobre Criptoactivos y Criptomoneda, Petro.
De ese paquete de 10 normas 8 fueron presentadas por Maduro, cuyo objetivo central era mejorar la economía, en otras palabras, ganar la batalla contra la ‘guerra económica’. Las cifras indican que no ha habido una victoria en el combate.
En julio de 2017, la inflación se ubicaba en 26%, de acuerdo con los cálculos propios de la Asamblea Nacional y cerró el año en 2.735%, según la firma Ecoanalítica. Y el dólar en el mercado libre, a finales de año, rompía la barrera de los 124.190 bolívares.
Hoy, la espiral hiperinflacionaria alcanzó 128,4% en junio de 2018 y el Fondo Monetario Internacional proyecta que llegará a 1.000.000%, mientras que el dólar negro está a punto de saltar la barrera de los 4 millones de bolívares.
La Encuesta de Condiciones de Vida, Encovi, da cuenta de que el año pasado 87% de los hogares se encontraba en pobreza de acuerdo con la línea de ingresos, y Cáritas reportó que la desnutrición infantil en el país ronda el 25%, lo que pone en riesgo a 280.000 infantiles de morir por esta condición.
Y este jueves, 2 de agosto, uno de los instrumentos que serviría para ganar batallas contra “los terroristas financiero” fue eliminado. Tareck El Aissami, vicepresidente del área económica, presentó el decreto de derogación de la Ley de Ilícitos Cambiarios ante la ANC. Afirmó que la medida “permitirá utilizar recursos para la inversión social”. Además, que mediante el decreto aprobado por la ANC se promoverá la producción nacional y “desatar las fuerzas productivas de la Agenda Económica Bolivariana”. Amén de “devolverle el poder adquisitivo y real a la clase trabajadora venezolana».
Además, anunció que los actores económicos quedan «facultados» para ir a las casas de cambio previamente autorizadas por el Ejecutivo, para realizar cualquier operación cambiaria de manera «transparente, legal y segura».
No había pasado ni una hora, cuando los economistas formulaban en voz alta sus dudas, entre ellos, Víctor Álvarez que señalaba que no estaba claro si se levantaba el control de cambios. “Cuesta creerlo”, sentenció
Vuelven las liberaciones
Luego de ser electo otra vez presidente de Venezuela, Maduro llamó por enésima vez al diálogo a la oposición. El llamado no tuvo eco sino en dos de sus contrincantes Javier Bertucci y Henri Falcón, que si bien no asistió personalmente, la misión la cumplió Pedro Pablo Fernández, que junto al pastor evangélico “ayudó” a la liberación de presos políticos. Y a este trío se unió la ANC que a través de la Comisión de la Verdad comenzó su trabajo de liberar a los detenidos de conciencia.
El total de presos políticos liberados no se sabe con exactitud, porque en este “gesto de pacificación” se incluyeron en la lista a personas encarceladas por razones distintas a las políticas y algunos, que ya estaban en libertad con medidas cautelares. Algunas figuras emblemáticas fueron libertadas, entre las que se cuenta los diputados suplentes Gilber Caro y Renzo Prieto, el estadounidense Joshua Holt, Villlca Fernández y Raúl Emilio Bduel, hijo del general Raúl Baduel.
La peculiaridad es que le dan la libertad, pero con la prohibición de declarar a la prensa sobre sus casos; y para Fernández salir de los calabozos del Sebin significó el destierro de Venezuela.
Ahora cuando se asoman elementos del “paquete económico” de Maduro, la barajita de los presos políticos sale de nuevo a relucir.
En este ínterin, Diosdado Cabello, presidente de la ANC, sueña con extender su mandato a cuatro años. De darse esta prórroga quizá se redacte el nuevo texto constitucional prometido cuando se vendió la idea de la Constituyente. La opacidad sigue siendo el camino de los debates en el foro constituyente, en el cual ya organizaciones “sociales” han introducido el tema del aborto.