La Conversa de ARI | José Gonzales: “No me sorprendería que Trump se reúna con Maduro”
El economista y analista político sostuvo que Estados Unidos necesita normalizar su relación con Venezuela a raíz de su dependencia en materia petrolera. Descartó una eventual intervención militar y criticó el tono improvisado que han tenido algunas administraciones de la Casa Blanca frente al autoritarismo chavista
Para el economista y analista político José Gonzales, una reunión entre el recién electo presidente de Estados Unidos Donald Trump y Nicolás Maduro no es descartable.
“Trump es impredecible y las políticas públicas no las ejerce como se ha hecho convencionalmente, si Estados Unidos debe escoger entre la democracia y el orden, es probable que opte por el orden, la pregunta es si Maduro representa el orden. Venezuela va a seguir siendo clave para Estados Unidos porque fundamentalmente la relación entre ambas naciones es energética”, dijo Gonzales en el marco de La Conversa, el espacio semanal on line de la Alianza Rebelde Investiga conformada por Runrun.es, El Pitazo y TalCual.
El analista político descartó la posibilidad de que Estados Unidos promueva una intervención militar en Venezuela.
“No hay vocación alguna en Estados Unidos de intervenir en un país, el ejército americano está conformado por 2 millones de uniformados y solo el 30% está adiestrado para el combate. En Venezuela es prácticamente imposible llevar a cabo una misión de ese calibre, es un territorio muy grande y la experiencia en sitios como Afganistán ha sido traumática”, manifestó Gonzales en el programa de este martes 5 de noviembre que fue conducido por Luis Blanco director de Runrun.es; César Batiz, director de El Pitazo y Víctor Amaya, director de TalCual.
El economista aseveró que por parte de las administraciones estadounidenses ha habido mucho de improvisación en la relación con Venezuela.
“Obama declaró a Venezuela como un peligro porque estaba negociando la reforma migratoria con los republicanos. Cuando Trump reconoció a Guaidó como presidente otros países se plegaron para no contradecir la política americana. Se tomaron decisiones muy precipitadas. La idea era que Maduro asumiera los compromisos de Qatar, pero los sucesos del 28J alteraron las expectativas sobre Venezuela”.
¿Venezuela y Estados Unidos se arreglaron?
Gonzales pronosticó una posible normalización de las relaciones entre los gobiernos de Venezuela y Estados Unidos.
“Porque Venezuela va a seguir siendo clave para Estados Unidos, las reservas de petróleo venezolanas son indispensables. Venezuela puede producir entre 5 y 6 millones de barriles de petróleo diarios y hoy en día apenas producen 800 mil. Existe el capital para reconstruir la industria petrolera venezolana. La siguiente discusión es si es posible hacer esa reconstrucción con Maduro en el poder”.
A juicio de Gonzales, la última palabra en la relación entre Venezuela y Estados Unidos la tendrá el Departamento de Energía americano.
“Estados Unidos consume alrededor de 20 millones de barriles de petróleo diarios y actualmente hay un déficit de 6 millones, el 15% del petróleo que se produce en el mundo viene de América Latina, entonces Venezuela es sumamente importante”.
Según el analista político, la guerra entre Israel y Palestina ha incidido en los mercados energéticos.
“La propuesta de Trump incluye un incremento de producción petrolera, hoy en día se consumen diariamente 102 millones de barriles en el mundo y la proyección para 2050 es entre 120 y 130 millones de barriles”.
Gonzales dijo que la renovación hace apenas un mes de la licencia de Chevron para operar en Venezuela conlleva a plantearse un escenario de relaciones óptimas entre ambas naciones.
“Contar otra vez con una embajada estadounidense en Caracas y tal vez levantar algunas sanciones para que los equipos occidentales puedan operar”.
Gonzales expuso que Venezuela es cada vez un Estado más autoritario y en ese sentido el gobierno estadounidense debe lidiar con ello.
“Eso no va a cambiar y Estados Unidos necesita normalizar la relación con Venezuela, la clave del asunto radica en cómo tratar con un gobierno que cruzó una línea roja el 28J”.