La desconfianza marca pleito interno sobre «temas de fondo» en Primero Justicia
La carta de Henrique Capriles renunciando a la junta directiva del partido Primero Justicia abrió una zanja que no ha comenzado a cerrar. Primero, porque no ha habido conversaciones entre él y compañeros designados para atender «el fondo del asunto» y, segundo, porque los problemas tienen una raíz más profunda que la pugna entre dos fundadores. En la tolda amarilla se ha instalado el virus de la desconfianza
La discusión interna en Primero Justicia se ha ventilado con dos polos: Henrique Capriles y Julio Borges. Después de todo, la carta del exgobernador de Miranda enviada a la Junta Directiva del partido exponiendo su renuncia a la misma, y hecha pública en sus redes sociales, cerraba con un último párrafo donde se personalizaban con nombre y apellido acusaciones fuertes.
Pero el reclamo de Capriles y quienes lo respaldan va más allá. Nadie dentro de la tolda política se atreve a calcular cuántos de la cúpula se anotan de un lado o del otro en esta pugna interna. Todos los consultados por TalCual hasta ahora consideran que no se trata de un partido «picado a la mitad».
En su comunicación, el excandidato presidencial habla de «nosotros» cuando plantea sus inconformidades. «Yo me incluyo en ese nosotros», dice tajante el exdiputado Rafael Guzmán. «Entenderás el liderazgo que él tiene dentro de la junta y en todo Primero Justicia cuando su renuncia no es aceptada por 22 miembros (contra seis) de la directiva y más bien se acuerda crear una comisión para hablar con él y manejar este asunto».
Guzmán explica que las «diferencias irreconciliables» planteadas por Capriles en su escrito tienen que ver con la falta de rendición de cuentas internas y con «la forma en que se maneja el partido», donde en otra época se ha tratado siempre de «buscar consenso en todo» pero que desde hace algún tiempo «hay comunicaciones sobre cosas de las que no se habla, no se consultan, sale Julio (Borges, vicepresidente de Estrategia, Comunicación y Relaciones internacionales) y dice que asume la responsabilidad porque se están cumpliendo los lineamientos de la estrategia. ¿Pero cuáles son esos?», se pregunta.
La presidenta de PJ, María Beatriz Martínez, afirma que la ruta política asumida se fundamenta en el principio de «Unidad y Voto»: «Se decidió por unanimidad en la Junta en una sesión en la cual Capriles ni siquiera estuvo o no habló. Fue una propuesta de Juan Pablo Guanipa donde ratificamos que el centro de decisión debe ser la Plataforma más María Corina más Edmundo y rechazamos la farsa que pretende mantener Maduro».
Pero Guzmán va al detalle: «Si la estrategia es buscar apoyo internacional, yo no tengo por qué estar aplaudiendo que el Congreso de España diga que Edmundo González es presidente electo, porque yo no sé si eso sirve a la estrategia pues el partido se adelantó a reaccionar antes de que hubiese una decisión consensuada en la Plataforma Unitaria y sin que eso se discutiera en la Junta».
«Un candidato ganador es un presidente electo. Eso es un eufemismo absoluto, pero sí se ha planteado creo que por temores que tienen algunos», apunta una colega de Guzmán en la directiva de PJ.
Es difícil determinar cuál es «el fondo del asunto» que todos los justicieros consultados refieren. No hay una definición única al respecto. Se habla de las cicatrices acumuladas en los caminos políticos tomados desde, al menos, 2020 sobre la participación en las parlamentarias, la continuidad del gobierno interino y la AN-2015, la definición de candidaturas de 2021 y hasta del proceso de primarias 2023 o la alineación con María Corina Machado en 2024.
Pero hay tres temas específicos en donde las voces coinciden en reaccionar: el rol de Eudoro González en el exilio de Edmundo González, las filtraciones de discusiones internas y los problemas de conducción partidista.
El caso Eudoro González
Henrique Capriles le anunció a sus compañeros de Junta Directiva de Primero Justicia que abandonaba esa instancia el día en que se estaba discutiendo el rol del exdiputado Eudoro González en intermediar por la salida del país del candidato presidencial de la oposición. Era jueves 19 de septiembre y la discusión ocurría mientras sus partícipes se iban enterando de nuevos detalles.
La reunión fue propuesta por la presidenta María Beatriz Martínez luego de que González Urrutia denuncia haber sido coercionado para firmar un documento «de capitulación» -como es leído por muchos dirigentes de PJ- y el papel que muestra Jorge Rodríguez incluye la firma del exdiputado. Ya entonces Martínez había conversado con Eudoro González para decirle que explicara lo ocurrido ante la Junta. «Él quiso hablar conmigo primero y fue una conversación amable y amplia, donde me relató que se involucró por petición de Edmundo ante lo cual intercedió. Dijo que acudiría a la Junta, pero no ocurrió», explica Martínez. Luego González optó por la reserva y le manifestó que ponía a su disposición su militancia.
En el partido amarillo el problema fundamental es la firma de Eudoro González en la carta «de la coacción», y el audio donde se escucha su voz afinando cómo escribir parte de su contenido. El lunes 23 de septiembre y luego de más de cinco horas de discusión, el partido aplicó la «autoexpulsión» de Eudoro González pues ya había puesto su militancia a la orden.
Fue una votación empatada que se destrabó por un inédito voto doble (establecido en los estatutos) de la presidenta de la tolda. Rafael Guzmán cuestiona el método pues, «viendo que el partido estaba completamente dividido, en vez de buscar una decisión consensuada optó por ser ese voto decisivo».
El exdiputado mirandino comenta que «toda la directiva estaba conciente de que Eudoro se tenía que separar de su militancia. Todos, absolutamente todos. La diferencia es cómo se hacía, si era una separación temporal y paso al tribunal disciplinario para ejercer derecho a la defensa, o sencillamente de forma sumaria botarlo del partido, como ocurrió».
Un directivo de PJ dice que al González poner su militancia a la orden ya no correspondía llevarlo a tribunal disciplinario. Y otro argumenta que sobre el exparlamentario se instaló una sombra difícil de quitar: la idea de que fungió un rol en la campaña presidencial para alejar al abanderado del liderazgo de Machado. «Pareciera que él fue punta de playa de una división entre Machado y Edmundo».
Rafael Guzmán pide escuchar menos a Jorge Rodríguez y no caer en sus «juegos». Después de todo, afirma, cuando desde el gobierno se han hecho acusaciones contra otros miembros de PJ «son cosas que luego no se discuten ni se les pide que den su versión, por ejemplo».
Muchas gracias Edmundo por tu generosidad, siempre he estado y estaré al servicio de mis amigos y de todos los venezolanos. https://t.co/aQoBECtNpU
— Eudoro González Dellán (@Eudorogonzalez) September 27, 2024
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«La Junta parece un colador»
La otra gran crítica interna en Primero Justicia es que se ventilan asuntos de manera irregular, e incluso con la intención de atacar a compañeros. En su carta, Henrique Capriles denunció que Julio Borges «maneja las comunicaciones del partido dándole prioridad a sus intereses particulares» y paga a redes y portales para «atacar y desprestigiar» incluso a miembros de PJ. En un nota de voz compartida por Whatsapp, Capriles ahondó en el señalamiento afirmando que «yo no puedo taparme los ojos y ver cómo se utilizan las comunicaciones del partido de manera muy cobarde, sin dar la cara, para linchar a alguien de la unidad, de la oposición democrática».
Rafael Guzmán afirma que varias veces se ha denunciado internamente «que en esa junta todo se ventila, y no hay una investigación o una acción de la presidenta en ese sentido, de cómo se ventilan discusiones de PJ de forma tergiversada en medios de comunicación manejados por Julio Borges. Entonces lo que está pasando es que la gente opta por no hablar, porque todo lo que digas allí pareciera que va a ser usado en tu contra, o a favor de posturas personales para exponerte al escarnio».
Todas las voces consultadas por TalCual, que ha conversado con al menos ocho integrantes de la Junta Directiva de PJ de uno y otro «bando», coinciden en que las filtraciones son lamentables.
Tomás Guanipa, vicepresidente de Asuntos Políticos del partido, añade que la organización «ha entrado en una filtración permanente que ha roto la confianza entre los actores. Se buscan linchamientos públicos y torcer la opinión de un sector. Eso es muy dañino. Eso es lo que más daño ha hecho, más que las distintas visiones donde hemos encontrados puntos de encuentro».
Los problemas de confianza se han instalado en el partido amarillo. Al punto de que una de sus voces le confía a este medio que dentro del partido «se han colado intereses del gobierno» con «zanahorias y castigos» que tienen efecto sobre directivos justicieros, a veces por miedo. Asoma que, por ejemplo, a cambio de apoyar una candidatura de Manuel Rosales, se buscaba atender la oferta de regresar la tarjeta electoral para incribir al gobernador del Zulia.
Era marzo de 2024, y el defenestrado José Brito aparecía en el TSJ para «actualizar» el estatuto de ese caso donde él había sido mencionado. Cuando se confirmó que González Urrutia sería el abanderado definitivo, llegó el porrazo: en abril la tarjeta le fue otorgada a Brito y se anunciaron nuevas inhabilitaciones. «Fue un pase de factura».
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El liderazgo interno
En 2022 los problemas intestinos de Primero Justicia condujeron a una renovación de sus estatutos y una nueva directiva. María Beatriz Martínez asumió la nueva presidencia. Ahora, mientras enfrenta este problemón, defiende que en su desempeño «he podido mantener la independiencia y la libertad. Quienes pudieron pensar que mi presidencia iba a ser de florero están claros que no ha sido así y quizá esas son las cosas que generan resistencia«.
Otro directivo de Primero Justicia también opina que «ella asumió su rol, ha mandado, ha dirigido». Pero más de una crítica la señalan también, no solo por aquel doble voto sino por no haber atajado esto a tiempo.
«¿Desde cuándo ella no habla con Henrique Capriles? ¿Por qué no le pregunta por qué lo nota ausente?», se pregunta Rafael Guzmán -otra fuente sostiene que la última comunicación entre ambos antes de la renuncia del exgobernador fue hace más de un año-. «Cuando se ha denunciado que lo discutido en la justa se ventila y con ataques a compañeros, tampoco inicia una investigación, no hace nada», recuerda el exdiputado mirandino.
Tomás Guanipa aboga por la comprensión y el respeto a las posiciones enfrentadas y por una conducción de esas visiones diferentes. «Cuando a uno le toca conducir el partido lo lógico es promover acuerdos. La distriba pública en la que cae incluso la presidenta del partido es totalmente ajena al interés del país. Hacer de esto una discusión muy pública lo único que logra es profundizar las diferencias. Lamento que no se haya promovido desde la conducción el espacio necesario para que esto no llegara a estos niveles».
En cualquier caso, se espera que la reunión planteada entre Capriles, Martínez y los demás designados para conversar con el exgobernador de Miranda finalmente se produzca, pues el encuentro fijado para el miércoles 25 de septiembre fue cancelado.
El elefante en la habitación: ¿se quiere pasar la página del 28J?
«Ojalá no sea que estemos apuntando a que vamos a tratar un stablishment de normalización de una dictadura que se robó las elecciones del 28 de julio», dijo María Beatriz Martínez a TalCual. La vicepresidenta de formación de Primero Justicia, Paola Bautista, dijo que el tema de fondo es «cómo vamos a enfrentar a la dictadura, y quién está del lado de los venezolanos y el 28J y quién no lo está».
Capriles, en su mensaje de Whatsapp, dijo que «la verdad del 28J es que ganamos las elecciones», y Rafael Guzmán agrega que «nadie quiere olvidar eso pero la gente también tiene otros problemas que enfrentar. ¿Tú has visto a la dirigencia hablar del comienzo de clases, de las escuelas desbaratadas, de los padres sin recursos para mandar a sus hijos a estudiar. Esto va de que nosotros tenemos que acompañar a la gente».