La doctrina Izarrita
Hace unos días Andrés Izarra, aduciendo hablar a nombre del gobierno, dijo que no habrá pautas publicitarias del Estado para los medios que calificó de «golpistas». Estos carajos tienen un criterio patrimonial del Estado: creen que es propiedad privada de ellos. No sólo hay incontables ladrones entre ellos, marabunta depredadora que arrasa con cuanto bolívar, fuerte o débil, ven por allí mal colocado, sino que lo que no se roban lo administran como si también fuera propio.
Un anunciante privado puede hacer con sus reales lo que le plazca y anunciar o no en los medios, según sus preferencias y gustos, pero un administrador de dineros públicos, conformados por impuestos que pagamos los contribuyentes y que financian gastos de un Estado que, en principio, «es de todos», no tiene derecho a discriminar en el gasto de ellos a ningún sector de la sociedad, por muy adversario del gobierno que sea.
Pero es lo que hacen hoy y el propio Chacumbele tiene los riñones de anunciar que para gobernadores de oposición no habrá plata. ¿Qué tal que alguien propusiera no pagar impuestos «para quebrar al gobierno»? Sería, obviamente, una insensatez. Porque los impuestos pagan gastos que atienden necesidades de todos: maestros, médicos, policías, obras públicas, etc.
Tan insensata como una propuesta de no pagar impuestos es la postura de Izarrita, de no dar pautas publicitarias a los medios que no le gustan. Advierto: este minicronista no está resollando por la herida. TalCual no recibe ni un centímetro cuadrado de publicidad oficial. Jamás la ha recibido. Es más, nos felicitamos de no haber recibido pautas oficiales porque así no nos pueden chantajear, como ahora, descaradamente, lo hace Izarrita con los medios en general. Con algunos a lo mejor obtiene resultados porque chequera mata dignidad. Pero yo protesto en nombre de principios y valores democráticos porque por mí se pueden meter sus pautas por el… bolsillo.
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