La eficiencia de los Chávez, por Simón Boccanegra

El domingo, en «Aló Presidente»,Yo El Supremo sostuvo un diálogo con una pareja, esposo y esposa, de campesinos de una aldea que está en predios de La Marqueseña, vecina de la represa del Masparro, arriba en la montaña. En vivo y en directo, quienes veían el programa pudieron enterarse de que después de casi siete años de gobierno nacional de Hugo Rafael Chávez Frías y del mismo tiempo de gobierno regional barinés de Hugo de los Reyes Chávez, padre del anterior, así como del mismo lapso en el gobierno local de Sabaneta de Aníbal Chávez Frías, hijo del segundo y hermano del primero, esa aldea no tiene escuela ni dispensario. Muy bonita la revolución, pues. Los muchachitos del caserío y sus padres seguramente agradecerían que alguno de los autobuses que van para las escuelas del Bronx sea reservado para prestarles el mismo servicio a ellos. El Supremo les propuso también mudar el caserío para un sitio más alejado de la represa, no vaya a ser, dijo, que un terremoto rompa el dique y se lleve el pueblo. Los campesinos no mostraron mucho entusiasmo ante la idea porque posiblemente pensaron que la velocidad con la cual este gobierno construye casas (en Venezuela, porque en Cuba y en Jamaica las hace rapidito) no es ninguna garantía de que las vayan a tener en un futuro previsible.