La experiencia enseña que es mejor no esperar la insulina rusa «fabricada en Venezuela»
Este 20 de febrero el canciller Yván Gil anunció, junto a su homólogo ruso Serguéi Lavrov, que en Venezuela se instalará «muy pronto» una fábrica de insulina «con una transferencia de 100% de la teconología que viene de la Federación Rusa».
Emoción, alegría, expectativa, ahora sí que no habrá más escasez de insulina. ¿Se acaba el fantasma de los pacientes diabéticos, que llevan varios años sufriendo la escasez y la corredera que significa depender de ese medicamento?
El anuncio, o mas bien promesa gubernamental, es un refrito: ya en febrero de 2021 el entonces ministro de Salud afirmaba que «en los próximos meses» comenzaría esa producción.
En octubre de ese año el entonces ministro de Industria Jorge Arreaza se reunió con directivos de la empresa rusa Geropharm e informaba de un convenio para «instalar una planta de insulina en Venezuela”.
Suponemos que el canciller Gil sabe que estaba dando un refrito, siendo que aquel viejo, olvidado y nunca concretado anuncio está publicado en la página web de la institución que él mismo encabeza.
#EnVideo📹| Ministro para la Salud, @AlvaradoC_Salud informó que Venezuela producirá en los próximos meses insulina en alianza con Rusia #JuventudBicentenaria pic.twitter.com/kT4ctpfBGF
— VTV CANAL 8 (@VTVcanal8) February 12, 2021
Al final de la visita de trabajo a Moscú visitamos la planta biotecnológica #Geropharm. Allí se fabrica la insulina de altísima calidad que importamos al país. A partir de sus inversiones, conocimiento y capacidades, vamos a instalar una planta de insulina en #Venezuela. pic.twitter.com/kIelxC3q7K
— Jorge Arreaza M (@jaarreaza) October 16, 2021
#EnVideo📹| Canciller de Venezuela,@yvangil anunció los siguientes beneficios para Venezuela:
✅Creación de una fábrica de insulina
✅Creación de una Base de datos para el Sistema Global de Navegación por Satélite (GLONASS) #UnidosSeConsolidaLaPatria pic.twitter.com/Gpp1GEd6Zd— VTV CANAL 8 (@VTVcanal8) February 20, 2024
Ahora, durante la visita de Lavrov a Caracas en febrero de 2024, prometen la misma cosa, bajo la misma premisa.
No es la primera vez que un anuncio de fabricación conjunta de algo con Rusia termina en nada.
En 2006 se anunció un proyecto conjunto para construir una fábrica de tubos sin costura en Guayana. Según informó en aquel momento la agencia de noticias oficial, el acuerdo suscrito entre Hugo Chávez y Vladimir Putin era fundamental como aporte a la construcción del gran «gasoducto del sur» que iría de Venezuela hasta Argentina.
En octubre de 2007 se dijo que la planta había comenzado a instalarse y para ello se habían destinado supuestamente 830 millones de dólares. La construcción, según reportó Infobae, fue paralizada en 2011 y allí quedó luego de invertir 250 millones de dólares.
Chávez murió. El gasoducto del sur nunca empezó. La fábrica de tubos sin costura quedó en veremos. Solo Vladimir Putin sigue en pie .
Pero no es el único caso. En 2016 se anunciaron no una sino dos fábricas de fusiles Kalashnikov.
En 2015 el entonces embajador ruso en Caracas, Vladímir Zaemskiy, dijo que se completarían en Venezuela dos fábricas del consorcio Kaláshnikov para ser inauguradas en 2016 y 2017. Decía entonces que «las obras ya se han cumplido al 70%».
Casi un año después admitió que había retrasos pero que los trabajos se reanudarían «en breve». En 2017 se prometió que la primera planta (ya no se hablaba de dos) comenzaría a operar en 2018 pues ya estaba terminada al 100%.
Llegados al 3 de enero de 2022 una portavoz rusa dijo que esperaban que ese año sí empezaran a producir. Pero en mayo siguiente el director general del consorcio Kaláshnikov, Vladímir Lepin, declaró que no habría puesta en marcha.
La fábrica no fabrica.
Visto esto, los pacientes diabéticos venezolanos al parecer tendrán que seguir bregando por atender su situación de salud en medio de un entorno de escasez cuya solución no pareciera estar asociada a esa fábrica rusa. Lamentablemente, porque ya era noticia en 2015 -antes de las sanciones- cómo los pacientes diabéticos no encontraban insulina.
Y la situación no mejoró. Por algo siguió siendo noticia en 2016, 2017, 2018, 2019 y así hasta llegar a diciembre de 2023 cuando se supo que hasta octubre la escasez de medicamentos para la diabetes fue del 36,4%.
Al menos sabemos la historia. No vaya a ser que luego digan que hay que ir a buscar la insulina a bordo del Metro de Guarenas…