La familia Boccanegra tras los corruptos
Los «Boccanegra» se han encargado en estos 21 años a desvelar los incontables desaciertos, mentiras, medias verdades y trasfondos que subsisten detrás de las acciones de un régimen inepto y corrupto
Simón Boccanegra firmó en las páginas de TalCual desde la primera edición del vespertino. Este crítico mordaz del acontecer político por más de tres lustros publicó breve crónicas, a medio camino entre la información y la opinión, que seguían la condición de irreverente que ha caracterizado a este medio.
Con el tiempo el espacio de este microcronista –así se hacía llamar–, que tomó el nombre del personaje principal de una ópera de Giuseppe Verdi estrenada en 1857 –Simon Boccanegra- fue ganando seguidores, por meterle el dedo en el ojo a gobernantes ineptos que se creían ungidos de una cultura de izquierda que nunca ejercieron porque se dedicaron a continuar la práctica de la mentira y la corrupción.
*Lea: Cómo Kees contó al país desde TalCual
“Ese tal Boccanegra”
En más de una oportunidad hizo enfadar a personeros del chavismo y supo burlar al líder de la revolución bolivariana, Hugo Chávez, acusó a “ese tal Boccanegra” por cuestionar su gobierno y criticar asuntos de Venezuela, por lo cual amenazó con expulsarlo del país.
Con el paso de los años se incorporaron a TalCual algunos sobrinos de Simón, y creció en caracteres el espacio,: Sebastián, Santiago, Samuel, Sergio, Segismundo y Sigfrido quienes por un tiempo lo acompañaron –y hoy continúan su tarea– a desvelar los incontables desaciertos, mentiras, medias verdades y trasfondos que subsisten detrás de las acciones de un régimen inepto y corrupto, algo que no ha cambiado desde hace 22 años cuando entraron a Miraflores.
Edición 3 de abril de 2000
Quien no oye consejos, por Simón Boccanegra
Este microcronista ha oído dos veces a Chávez explicar en TV qué es el Producto Interno Bruto. Dos veces ha dicho el mismo disparate. Pero ese no es el punto de hoy. En otra oportunidad le explicaremos qué es el PIB. El punto es que sus ministros lo oyeron desbarrar la primera vez y ninguno le llamó la atención para que no volviera a meter la pata. Eso es lo grave. Sus colaboradores le tienen miedo, Presidente. Un gobernante a quien sus colaboradores le temen, va camino del desastre, Gobernar no es saber de todo sino saber rodearse de los que saben. Si los que saben le tienen miedo y no le dicen lo que debe saber, está frito. Además, hace el ridículo. Sin embargo, me surge una duda: ¿sabrá Giordani lo que es el PIB?
Edición XX octubre de 2012
Edición XX de diciembre de 2012
Edición 8 de noviembre de 2013
¿Quién es el criminal, Aristóbulo?, por Sigfrido Boccanegra
Al igual que su jefe, Aristóbulo Istúriz es lo que se dice un auténtico cara’etabla: mientras cientos de pacientes renales han muerto en los últimos meses por falta de insumos para diálisis, el ministro de Educación reveló que el gobierno almacena por meses los preciados materiales de los cuales depende la vida de más de 10.000 venezolanos.
Durante una aparición en televisión para denunciar que el incendio ocurrido este jueves 10 en los galpones de IVSS en Guarenas fue intencional, Istúriz señaló que en esa dependencia estaban almacenados insumos para diálisis suficientes para abastecer por dos meses a los hospitales públicos y privados del país.
“Fue un hecho criminal y terrorista el que cometieron contra los venezolanos al incendiar esos galpones”, reiteró en varias oportunidades el ministro, a quien cabe preguntarle si criminal y terrorista no será un gobierno que almacena insumos en lugar de equipar los varios centros que se encuentran cerrados por falta de materiales.
Un hospital de campaña, equipos de ultrasonido, de oftalmología, incubadoras, lámparas para quirófanos, equipos de rayos X, máquinas de anestesia, de ventilación y material odontológico son algunos de los equipos que se encontraban en los malogrados galpones que bien pudieran paliar la crítica situación que viven todos los centros de salud pública del país.
Ah, y como es habitual, el gobierno asegura que el siniestro fue intencional, lo que siembra sospechas de que se trata de una nueva “huida hacia adelante”, la forma habitual a la que recurren los regímenes corruptos para tapar su incapacidad.
La abstención no se derrota torciendo la verdad, por Santiago Boccanegra
En política la honestidad es un concepto tan manido como cualquier otro. Se usa más para el discurso que para la acción. «Hay que hablarle con la verdad a la gente», repiten muchos voceros y dirigentes a menudo. Ojalá la frase les resonara en los espejos.
Lo que vemos en la realidad es que habitualmente se camina la delgada línea de la manipulación, de la opacidad, de -en el mejor de los casos- la media verdad. Por cierto, una de las prácticas que más acerca a los adversarios.
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Maduro no estaba disfrazado, por Sebastián Boccanegra
En el acto de salutación a la Fuerza Armada Nacional celebrado el 28 de diciembre de 2020, Nicolás Maduro asistió vestido de militar. Algunos pueden haberse confundido pensando que era carnaval en diciembre, pero no, Maduro estaba utilizando el uniforme que mejor lo retrata, el uniforme de un autócrata que se mantiene en el poder gracias al apoyo irrestricto de los militares.
Maduro se ha burlado de la soberanía popular, esa que reside en el pueblo, desde diciembre de 2015, cuando decidió no reconocer las consecuencias de los resultados electorales de ese año, en los cuales la oposición agrupada en la Mesa de la Unidad Democrática obtuvo las dos terceras parte de la Asamblea Nacional.
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