La inflación de octubre es la segunda más baja de 2019 según la AN
La inflación de octubre fue 20,7%, la segunda más baja de 2019 después de marzo (18,1%) cuando los apagones prácticamente paralizaron la actividad económica. Con este resultado, la variación acumulada subió de 3.326% a 4.035,2% y la tasa interanual se ubicó en 24.312,5%
La Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional (AN), que desde enero de 2017 calcula su propio Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) dada la política de ocultamiento que mantuvo el BCV desde 2015, informó que la inflación de octubre fue 20,7%, la segunda más baja de 2019 después de marzo (18,1%) cuando los apagones prácticamente paralizaron la actividad económica.
Con este resultado, la variación acumulada subió de 3.326% a 4.035,2% y la tasa interanual —de octubre de 2018 a octubre de 2019— se ubicó en 24.312,5%.
La variación de los precios en octubre fue menor principalmente porque el tipo de cambio se mantuvo estable durante casi todo el mes, alrededor de 20.000 bolívares por dólar, afirma el diputado Ángel Alvarado, miembro de la Comisión de Finanzas del Parlamento. “Eso definitivamente bajó la presión sobre los precios. Por supuesto la baja demanda, la falta de crédito y la economía estancada también ayuda a que los precios se mantengan fijos porque la gente simplemente no vende”.
El parlamentario añadió que el producto interno bruto (PIB) no petrolero se desplomó 78% en el tercer trimestre de 2019.
Según cálculos de la AN, la economía cayó 66% entre el primer semestre de 2013 y el primer semestre de 2019. Mientras que entre el primer semestre de 2018 y el primer semestre de 2019, el PIB se contrajo 43%. “Venezuela es un colapso económico sin precedentes, hecho por el socialismo del siglo XXI”, sostiene Alvarado.
En octubre la inflación se desaceleró 2,8 puntos porcentuales, pues en septiembre la tasa se situó en 23,5%, cifra superada con creces por la que publicó el Banco Central de Venezuela (BCV) el 18 de octubre: 52,2%. Es además la tasa más alta de 2019 que reporta el organismo. Según el BCV, supeditado a la administración del gobernante Nicolás Maduro, las dos tasas de inflación más altas en lo que va de año se registraron en enero y en febrero (196,6% y 114,4%, respectivamente). A partir de marzo el índice se ubicó por debajo de 50% durante seis meses consecutivos, a consecuencia de un ajuste económico aplicado por el gobierno de Maduro.
Si en algo coinciden los datos divulgados a lo largo de este año por el BCV, la AN y firmas de consultoría económica y financiera es que la hiperinflación se ha desacelerado, lo cual no quiere decir que Venezuela salió del ciclo hiperinflacionario en el que se encuentra desde noviembre de 2017, cuando la tasa mensual fue de 56,7%, según el Parlamento. Se requiere de al menos un año con tasas intermensuales de variación por debajo de 50% para poder decir que el país dejó atrás la hiperinflación.
Aun así, el comportamiento de los precios este año no ha sido el mismo que en 2018, cuando aumentaban más de 100% mensual. “Estamos en una etapa diferente de la hiperinflación”, afirmó el economista Asdrúbal Oliveros, director de la firma Ecoanalítica, en el Congreso de Economía UCAB organizado por estudiantes de la Escuela de Economía. “Hoy estamos entre 20% y 50%, que por supuesto sigue siendo un exabrupto y una gravedad para todos”.
Señala que a lo largo de este año ha habido un esfuerzo por parte del gobierno para tener la inflación por debajo de 10% semanal. En octubre Ecoanalítica registró tasas semanales inferiores a 5%. Fue, según la firma, el mes con menor inflación de todo el año, con una variación promedio de 21%, el “mejor resultado que este año puede exhibir el gobierno de Maduro”.
“Aquí ha habido acción de política pública para tener estos resultados. Lo primero que hizo el gobierno es reducir el gasto de una forma brutal, sin planificación, sin decirlo y sin transparencia. Prácticamente hoy el gasto del Estado es sueldo, pensiones y bonos de la patria, que crecen por debajo de la inflación. Está gastando menos, pareciera que dijo que hay que tener algo de disciplina”, explicó Oliveros.
Pero el gobierno no solo contuvo la política fiscal, también aplicó una restricción brutal del crédito, indicó el director de Ecoanalítica. Hoy, de cada 100 bolívares que a la banca le depositan, solo puede prestar 20%. “El otro 80% lo tiene ahí, no puede hacer negocios sobre ese 80%”. Es por esa razón que “la capacidad de la banca de incrementar los límites de las tarjetas de crédito es prácticamente nula”.
De acuerdo con la Resolución 06019, de fecha 12 de noviembre de 2019, emitida por la Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario de Venezuela (Sudeban), los nuevos límites para las tarjetas de crédito oscilan entre “20.000 U.T. equivalente a Bs. 1.000.000 y 200.000 U.T. equivalente a Bs. 10.000.000”. De igual forma, “a través de la Circular SIB-II-GGR-GNP-12802, se incrementa el límite diario para operaciones por puntos de venta (POS) a 50 millones de bolívares”.
Oliveros insiste en que la banca no tiene capacidad de ejecutar ese aumento de límite. “Es propaganda. La restricción de encaje y limitaciones patrimoniales se lo impiden”.
El BCV ha limitado la capacidad de la banca para otorgar créditos con la implementación del encaje legal, una política monetaria que obliga a las instituciones financieras mantener un porcentaje de los depósitos totales en el BCV.
Pero que la inflación se desacelere no es una buena noticia en Venezuela, pues la administración de Maduro la ha controlado a costa de generar una mayor contracción de la economía, que en los últimos seis años ha caído casi un 60% según el Banco Central. “La receta que aplica el gobierno no resuelve la inflación. Ha tratado de combatirla generando una restricción monetaria secundaria, es decir, que el encaje legal tiene una restricción de crédito muy fuerte que no resuelve el problema inflacionario y que hace más cara la vida en dólares, y además contrae más la economía. El resultado es un salario completamente deprimido”, afirma Alvarado.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que Venezuela cierre el año con una inflación de 200.000%, el país con la proyección más alta hasta ahora, seguida de Zimbabue (182,9%), Argentina (57,3%), Sudán (56,9%), Sudán del Sur (35,9%), Irán (31,1%), Liberia (20,6%), Haití (19,7%), Angola (17%) y Uzbekistán (15,6%), de acuerdo con un informe emitido por el FMI en octubre.
En el documento sobre las Perspectivas Económicas Globales, la organización aseguró que la profunda crisis humanitaria y la “implosión económica” continuarán teniendo en Venezuela un “impacto devastador” en la población, principalmente en la proporción cuyos ingresos no alcanzan ni siquiera para cubrir sus necesidades mínimas de alimentación, que es cerca de ocho millones de venezolanos que dependen directamente del sector público, entre empleados, pensionados y personas que reciben algún tipo de bono.
El FMI advirtió también advirtió que la economía de Venezuela se contraerá 35% este 2019.