La inflación se dispara a 55% por los fuertes aumentos en las tarifas de servicios
El diputado Alfonso Marquina, miembro de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional, señaló en una rueda de prensa virtual, realizada la mañana de este miércoles 12 de agosto, que el rubro de servicios aumentó 483,5% y el rubro de comunicaciones 326,4%
La Asamblea Nacional reporta que los precios de bienes y servicios aumentaron en julio un promedio de 55,05%, una aceleración de 35,55 puntos respecto a junio, debido fundamentalmente a los fuertes aumentos en las tarifas de servicios públicos y de telecomunicaciones. Esto da una inflación acumulada desde enero hasta julio de 2020 de 843,44% y una tasa interanual de 4.099%.
El diputado Alfonso Marquina, miembro de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional, señaló en una rueda de prensa virtual, realizada la mañana de este miércoles 12 de agosto, que el rubro de servicios aumentó 483,5% y el rubro de comunicaciones 326,4%.
Las tarifas de telefonía local aumentaron 678,61%, telefonía celular 334,45% e Internet 192,37%.
Los otros rubros que registraron un mayor crecimiento en julio fueron educación, con una inflación de 56,3%; equipamiento del hogar, con 44,4%; bienes y servicios diversos, con 33,2%; y los rubros restaurantes y hoteles y vestido y calzaron, ambos subieron 29,8%.
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«Los precios aumentan en la misma forma que el tipo de cambio se devalúa en Venezuela. Esto es lógico en un país que no produce luego de que acabaran con la producción nacional que hace hace que la economía dependa cada vez más de las importaciones», explica Marquina. «El bolívar perdió su función de intercambio. Los venezolanos no aceptan el bolívar como mecanismo de pago y los pocos productos que se consiguen normalmente se están comprando en monedas duras, fundamentalmente en dólares y euros».
En noviembre de 2020 Venezuela cumplirá tres años en una severa crisis hiperinflacionaria que ha alejado del alcance de la población los productos básicos como alimentos de primera necesidad y medicinas y que ha generado un proceso de dolarización informal de la economía debido a la pulverización del valor del bolívar. De acuerdo con un estudio sobre dolarización de la consultora Ecoanalítica, 51,4% de las transacciones se hacen con divisas en efectivo.
56,6% de las transacciones que se hacen divisas son con dólares, 2,2% con euros y 1,3% con otras monedas extranjeras. 39,9% de las transacciones siguen haciéndose con bolívares.
«Lamentablemente para los venezolanos pagar es en dólares pero cobrar es en bolívares».
En julio una familia venezolana representativa de cinco miembros necesitó 53,05 millones de bolívares o 133 salarios mínimo, equivalentes a 213 dólares a una tasa promedio de 249.105 bolívares, para que pueda tener acceso a todos los alimentos necesarios para cubrir los requerimientos calóricos. El salario mínimo en Venezuela, de 400.000 bolívares, ronda los 1,41 dólares, el más bajo del mundo.
La Comisión de Finanzas propone fijar el salario mínimo en dólares que sea cancelado de manera quincenal o semanal a los trabajadores en bolívares al tipo de cambio del día del pago, que les permita «medianamente preservar el poder adquisitivo». Marquina plantea que en una primera fase el monto sea 30% del costo de la canasta alimentaria, por lo que sería aproximadamente 63,9 dólares. Este ingreso sería ajustado progresivamente hasta que pueda cubrir el total de la canasta alimentaria.
«Entendemos que la crisis que vive el sector económico nos lleva a plantear ir haciendo un aumento progresivo en la misma medida que se reactive la economía. Hoy el pueblo está pasando hambre, producto de las políticas económicas malsanas de quienes hoy usurpan el poder en Venezuela con la intención de perpetuarse en el ejercicio del poder. La filosofía del régimen es que mientras mayor sea la necesidad, el hambre, la pobreza y la miseria, mayor es la capacidad de chantaje y de manipulación que ejercen sobre el pueblo venezolano para tratar de perpetuarse en el ejercicio del poder», reiteró el parlamentario.
Marquina agregó que si bien en julio los precios de los alimentos y bebidas alcohólicas aumentaron 10,9%, en los primeros días de agosto se ha visto un repunte en los precios tanto por el incremento del dólar paralelo, que llegó a 293.000 bolívares el pasado 7 de agosto, como por el impacto de la escasez de combustible que desde inicios de mes ha alimentado el negocio del mercado negro, donde los productores pagan la gasolina en dólares.